Capítulo cuarenta y tres

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A las 3:15 de la madrugada Jungkook, aún entre su sueño, comenzó sentir un ligero dolor en la parte baja de su vientre que poco a poco se fue haciendo más intenso que le hizo despertar con un quejido. Como pudo se sentó y comenzó a mover a Taehyung para que despertara, movimientos que, conforme iba pasando el tiempo y el alfa seguía sin despertar, se fueron convirtiendo el golpes más fuertes. Se dio cuenta que la cama y la parte interna de sus muslos estaban mojados, indicando que había roto fuente.

-¿Qué? -preguntó adormilado Taehyung, sentándose de golpe.

-Me duele..., los bebés... creo que ya vienen -respondió jadeando por el dolor, con una mano en su vientre. Estaba sudando, su cabello estaba pegado a su frente, apretaba las sabanas con su mano libre.

-¿Qué beb...? -el bostezo murió en los labios de Taehyung, espabilándose al momento de entender-. ¡Los bebés!

De un salto se paró de la cama y la rodeó para colocarse justo al lado del omega. Entre jadeos, Jungkook le dijo que le ayudara a ponerse los zapatos y, posteriormente, de pie; el alfa pasó uno de los brazos de su esposo por sus hombros para ayudarle a caminar hacia la puerta.

-La maleta, ve por ella -dijo el pelirrojo cuando estaban al inicio de las escaleras-. Y ponte una camisa.

Taehyung se dio cuenta de que no vestía nada más que su pantalón de pijama. Asintiendo, corrió de regreso a su habitación para cumplir lo dicho. Jungkook se acercó a la puerta de la habitación de invitados, la cual SooJin ocupaba, y tocó con insistencia, un quejido femenino se oyó dentro y casi enseguida la puerta se abrió.

-¿Qué quieres, gusano? -preguntó su hermana frotándose los ojos.

-Tae y yo nos vamos al hospital -contestó el omega soltando un quejido-. Te encargo a mi hijo y háblale a mamá en un par de horas.

La rubia asintió y abrazó a su hermano de manera superficial, reprimiendo las ganas de llorar.

-Mi hermanito está por convertirse en madre -dijo en forma de broma, pero con el sentimiento de la emoción muy presente.

-Jódete -fue lo único que alcanzó a responder antes de que otra contracción le hiciera doblarse con dolor.

Taehyung regresó a su lado ya vestido y le pidió a su cuñada que le ayudara con la maleta mientras él cargaba a Jungkook hasta el auto. Lo acomodó en el asiento del copiloto e hizo para atrás el respaldo para que Jungkook no quedara completamente sentado; SooJin dejó la maleta en los asientos de atrás y les dijo que no se preocuparan por Chan.

Durante todo el trayecto sólo se oyó los jadeos erráticos, quejidos y maldiciones por parte del omega y palabras tranquilizadoras de Taehyung. Para su buena suerte no había casi nada de trafico, por lo que su llegada al hospital fue relativamente rápida. Al llegar, un par de enfermeras le subieron a una camilla y le llevaron al área de ginecología para hacerle un ultrasonido rápido para ver si los gemelos venían en la posición correcta y si no había ningún problema. El parto se había adelantado una semana, pero no había problema alguno.

Le dejaron un rato en lo que las contracciones se hacían mas fuertes y seguidas; Taehyung esperaba afuera, dando vueltas por toda la sala de espera, nervioso. Mandó mensajes a sus padres, suegros y amigos, avisándole de su ubicación. Estaba a unas horas de conocer a sus hijos. Las cinco de la mañana dieron cuando le mandaron a llamar para preguntarle si deseaba estar presente durante el parto y le dieron la vestimenta necesaria para poder estar ahí. Lo guiaron por varios pasillos hasta llegar a quirófano, donde vio a su omega acostado en una camilla con la frente perlada en sudor.

-La anestesia está haciendo efecto, en unos momentos iniciaremos -dijo el doctor mientras revisaba que todo estuviera en orden.

Acarició el cabello de Jungkook con amor, quien le miró y le dio una sonrisa nerviosa.

Who got the power?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora