Who got the power?

Capítulo treintaiuno

—¿Y bien? ¿Qué explicación tienes para esta estupidez? —Jungkook lo observó exigiendo una respuesta, sus manos en su cintura y recargado casi todo su peso en una pierna.

—Pues nada, ya te dije —respondió algo cansado, anudando su corbata mientras se veía al espejo—. Es como un niñero para un adulto.

—Eres un exagerado —habló en tono de regaño el omega pelirrojo mientras miraba a Taehyung sonreír inocente —. No es necesario que esté aquí, puedo yo solo y Pichiriro está con nosotros.

—Jungkook, sé que es algo despistado pero puede cuidarlos a los tres mientras no estoy y sabes que el gato no cuenta— el grisáceo se acercó a su esposo y acomodó un cabello rebelde tras su oreja—. Y no es que Junhong vaya a extrañar su trabajo, creo que cuidarte es mejor que andar de arriba a abajo por un edificio de quince pisos repartiendo cuanta cosa.

Jungkook puso los ojos en blanco.

El omega se sorprendió cuando a las siete y media de la mañana del lunes siguiente, el alfa de ojos grises con olor a lavanda estaba parado en su puerta diciendo que Taehyung lo había contratado para cuidar de él y de Chan mientras el grisáceo trabajaba. Lo dejó pasar a la sala con una sonrisa falsa y fue en busca de su esposo para pedirle una explicación.

No iba a negar que estaba algo extrañado ya que Taehyung nunca le habló de haber entablado una relación amistosa con Junhong, pero según el alfa después de aquel incidente de cuando Choi le tiró el café encima, se acercó a reclamarle y el ojigris sólo bajó la cabeza apenado.

De ahí había nacido una extraña amistad, Junhong no era un alfa violento como la mayoría eran.

Por eso no lo sentía una amenaza a su familia.

—Amor, confío en él —trató de calmar Taehyung a Jungkook de la molestia que sentía —. Es algo idiota, pero es mi amigo.

—¿Por qué será? —dijo en voz baja el omega algo cansado —. Puedo cuidarnos solo, además, sabes que JinSol, Luhan, Namjoon y SooJin se la pasan aquí. No lo puedo dejar parado todo el día en la puerta.

—Claro que no estará en la puerta, te ayudará a cuidar a Chan también, a limpiar la casa...

—¿Qué clase de alfa se deja para hacer eso? —preguntó con molestia Jungkook, Taehyung lo estaba sacando de quicio.

—¿Qué clase de omega no se deja consentir por su alfa? —contra atacó con una sonrisa de suficiencia.

—Eres tan.... ¡Agh! —jaló levemente su cabello, exasperado—. Toda la semana pasada y parte de la anterior no dejaste que ningún alfa, ni siquiera mi hermana o mi papá, se acercara a mí o a Chan, ¿Y ahora metes uno a nuestra casa?

—Me voy a la empresa —acerco su rostro al del omega y le dio un leve beso en los labios, sin responder a la pregunta hecha por el pelirrojo—, por favor, no le hagas la vida imposible a Junhong —suplicó con una sonrisa ladeada antes de darle otro beso.

Taehyung salió de la habitación y Jungkook se quedó parado, buscando la manera de deshacerse del alfa sin que se viera que él lo había corrido. Decidió salir a la sala, donde el ojigris esperaba, cuando oyó los pasos de Taehyung bajar las escaleras a trote ligero; dio un vistazo en la habitación de Chan y el niño dormía plácidamente abrazado a su peluche de Spiderman.

—Ten paciencia con Jungkook —escuchó a Taehyung decirle a Junhong cuando iba bajando las escaleras—, lo conozco y se que hará lo posible para que te vayas pero necesito que cuides a mi familia.

—No te preocupes Taehyung, fui criado para soportar todo —la voz grave y amable del alfa foráneo llenó sus oídos.

—El pequeño sigue durmiendo — decidió interrumpir la conversación de aquellos dos, recibiendo ambas miradas sobre sí.