Capítulo cuarentena y uno

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—¿A dónde me llevas? —preguntó con curiosidad el omega de ojos avellanas. La venda en sus ojos le impedía ver por dónde o hacia dónde iban, su esposo le guiaba jalando de su mano.

—Shhhh Jungkook, no seas impaciente —contestó Taehyung, emocionado—. Si te dijera se arruinaría la sorpresa. 

Jungkook bufó inconforme. 

—¿En dónde dejaste a Chan? Es hora de que duerma, sabes que le cuesta dormir si no nos siente cerca. 

—Con mi mamá, y mis hermanas no le dejarán tiempo ni para respirar —el pelirrojo sintió que comenzaron a subir escaleras, caminó con sumo cuidado. 

—Taehyung, pasan de las diez de la noche, no es hora para que juegue. 

El aire frío le golpeó de lleno la cara que le hizo detenerse; no tenía idea de dónde podrían estar pero agradecía la insistencia de su esposo de llevar un abrigo, de no ser así, estaría tiritando del frío. Sintió los labios de Taehyung contra los suyos antes de que este le retirara la venda con lentitud. Parpadeó varias veces en lo que su vista borrosa se enfocaba en su alrededor. 

Estaban en una terraza, las luces de la ciudad brillaban con todo su esplendor dando una vista magnífica. Era un salón, había estado ahí un par de veces en el pasado por fiestas a las que sus padres le obligaron a asistir. Sintió a Taehyung a sus espaldas, pasando sus brazos por su cintura y dejando ambas manos abiertas en su vientre. La barbilla del alfa quedó recargada en su hombro izquierdo.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó algo desconcertado el omega, movió su cabeza para poder ver de reojo la cara de su esposo y se dio cuenta de que sonreía. 

—Tú no te acuerdas por lo visto —el alfa rió en bajo—. Aquí, justamente en esta terraza, fue la primera vez que te vi —Jungkook puso una expresión de sorpresa, se dio la vuelta para quedar cara a cara con Taehyung—. Creo que tenías dieciséis, todavía pensaban que serías alfa, yo tenía dieciocho recién cumplidos. Fue en la fiesta de fin de año que dio mi familia —explicó sin borrar su sonrisa—. Te veías hermoso ese día, fueron breves los minutos que estuvimos juntos después de que nos presentaran, luego te fuiste diciéndome...

—"No eres de mi agrado y detesto la hipocresía, espero no volver a verte"  —interrumpió Jungkook bajando la cabeza para recargarla en el hombro del contrario, se sentía avergonzado.

—Cuando te fuiste, me di cuenta de que te quería conmigo sin importar tu casta. Fue obra y gracia del destino que fueras un omega, cuando lo supe me dije que haría hasta lo imposible para que fueras mi omega —siguió hablando el alfa, acariciando el cabello de Jungkook.

—Pues que yo sepa no hiciste mucho, sólo aceptar el trato con mi papá —dijo con algo de burla el pelirrojo.

—Eso crees tú —refutó con humor el alfa—. Convencí a papá para que le metiera la idea a DooJon de que te emparejara conmigo.

—¿No era más fácil que fueras tú y pidieras mi mano?

—Sí... Lo pensé muy tarde. 

—No me digas, genio —Jungkook puso los ojos en blanco—. ¿Entonces porqué actuaste como un idiota ese día?

—¿Me hubieras creído si mi comportamiento hubiera sido diferente? ¿Si te hubiera expresado mis sentimientos y tratado amable? —el omega negó con la cabeza casi imperceptible—. Creí que si me comportaba como todos los demás, convencerte de que yo era un idiota para después demostrarte lo contrario. Es algo confuso si lo pienso bien. 

—Pues no me has demostrado que no eres un idiota, hasta puedo decir que me lo confirmas aún más —Jungkook rió con ganas y Taehyung le dio un leve golpe en la cabeza, riendo también. 

Who got the power?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora