Capítulo doce

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Alfas idiotas

El lunes siguiente Taehyung fue a trabajar, Jungkook ni siquiera se inmutó de que el alfa no estaba hasta que se despertó a las 9 de la mañana, dos horas después de que el grisáceo se había ido.

Después de asearse bajó a la cocina para ver que iba a desayunar; estaba entre divertido, furioso y un poco de ternura lo invadió, la cocina estaba hecha un desastre, la estufa llena de grasa, un sartén con huevo pegado y quemado, el horno de microondas abierto y la licuadora sucia.

Así que antes de poder hacerse algo para comer tuvo que limpiar, por un instante se preocupó por si Taehyung no había desayunado, pero como llegó se fue.

"No debe de importarte lo que le pase" recordó su subconsciente.

Comió un poco de cereal, las ganas de cocinar se le habían ido. Limpió la casa, regó el pasto. Veía una película en la sala cuando escuchó un auto entrar, era Taehyung, Jungkook pensaba que el horario de este era corrido; le explicó que a las tres de la tarde tenía dos horas para salir a comer, el omega se sintió mal por no tener nada preparado y cocinó un poco de huevo con jamón.

Pidió a Taehyung una explicación por el desastre de la cocina, dijo que había intentado hacer un huevo y no le salió, trató de hacer un licuado para comer con cereal y tampoco le salió, se terminó haciendo una sopa instantánea en el horno de microondas. Jungkook lo regañó, diciendo que ese no era un desayuno, también dijo que él le prepararía algo para comer hasta que el alfa aprendiera a cocinar.

Y así pasaron los primeros dos meses, se despertaba a las 6:30 de la mañana cuando se despertaba el alfa, le hacía el desayuno y preparaba el traje que iba a utilizar para ir a trabajar, el alfa se iba a las 7:30 y Jungkook se dormía otro rato más (una hora máximo), como ya había desayunado con Taehyung se dedicaba a limpiar; a medio día ya tenía los pisos bien barridos y trapeados (el trapeado lo hacía cada dos días), las mesas tanto de la sala, comedor y cocina relucientes, los trastes lavados y guardados, sillas y sillones bien sacudidos, todo por que él era una persona obsesivamente limpia y ordenada.

La comida ya la tenía hecha a las tres de la tarde, que era la hora que Taehyung tenía para salir a comer, y comían los dos juntos mientras platicaban de como iba el día de Jungkook; el grisáceo regresaba al trabajo a las 4:30 y el pelirrojo lavaba los platos, ahí terminaba su quehacer y tenía tiempo libre, que ocupaba para leer o aprender algo nuevo referente a su nueva vida de casado, a las 7:30 Taehyung estaba de regreso en casa y la cena ya estaba lista servida en la mesa, cenaban juntos mientras Jungkook le preguntaba a Taehyung como había sido su día, después entre los dos recogían la mesa y lavaban los trastes ocupados para después ver alguna serie o película. 

Y finalmente a las 10 se iban a dormir, Jungkook muy cansado por su ardua limpieza. Los sábados era igual, sólo que a la hora de la comida Taehyung ya no regresaba al trabajo e iban a algún lado a pasear o a realizar las compras para la semana y los domingos lo pasaban juntos en la calidez de su casa con sus peleas estúpidas.

Poco a poco le fue agarrando ritmo a su nueva vida y se aprendió los horarios de Taehyung.

El omega no pensó tener un cambio tan radical, siempre se burlaba de los omegas que se la pasaban todo el día dedicados a las tareas del hogar y él terminó así. Pero era inevitable, una parte suya lo impulsaba a hacerlo además él era una persona muy ordenada y limpia y la casa era grande en comparación a su departamento. 

Acababa de terminar su quehacer y se encontraba leyendo un recetario de postres cuando sintió el olor de su alfa, mas no levantó la vista.

—¿Que haces aquí tan temprano? —preguntó desinteresado el omega mientras seguía leyendo.

Who got the power?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora