Capítulo dieciséis

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Jeonghwa y alguien más

Después de estar ahí sentado en la acera por más de 15 minutos, decidió que iba a ir en busca de su esposo para salir a comer con él a algún lado, no se iba a mortificar por un omega muy estúpido y un bebé que aún no nacía, si SeHun lo alejaba era decisión de él mismo.

El lugar donde él se encontraba no estaba muy lejos de la oficina de Taehyung así que prefirió caminar, llegando 10 minutos antes del horario de comida del alfa.

Al entrar varias miradas se posaron en él, mayormente de alfas, preguntándose que era lo que hacía un omega tan hermoso como él, hasta que recordaron que era el esposo del jefe.

Los alfas envidiaron la suerte de Kim por tener un omega así, mas se evitaron hacer algún comentario indebido y no se delataron con miradas indiscretas. No querían terminar despedidos y con un moretón en la cara.

Se acercó a la recepción para preguntar por la oficina de su alfa, la omega que atendía le dijo muy amable que se hallaba en el último piso y se despidió de ella con una ligera sonrisa.

El viaje en el ascensor fue rápido, en menos de tres minutos las puertas se abrieron revelando un espacio muy agradable. Había tres sofás largos cerca del elevador acomodados de la misma manera en la que ellos lo tenían en casa, con su mesa de centro y un expendedor de agua a un lado.

Había tres puertas de madera negra enfrente, dos con sus respectivos escritorios a un lado para las secretarias. Lo que hizo su sangre hervir fue ver a Jeonghwa sentada en el escritorio de en medio platicando amenamente con la rubia que estaba en el escritorio de la izquierda. Aunque se desconcertó al no sentir ningún olor.

Al verlo salir, Jeonghwa se volteó a su compañera y dijo en voz alta: —Taeha, ¿No sientes que huele a puta?

La rubia miró despectivamente a Jungkook, quien se acercó con rapidez y se paró frente a Jeonghwa, sonriendo con superioridad. No tenía ánimos para lidiar con un par de omegas sin cerebro.

—Creí que había sido el único, yo lo sentí desde que salí del elevador —habló antes de que Taeha lo hiciera —, pero luego me di cuenta que eras tú.

La castaña abrió la boca ofendida sin saber que responder, la otra presente lo miró con gran enojo por lo dicho a su amiga e inmediatamente salió en su defensa.

—Cuida como le hablas a Jeonghwa, idiota.

Jungkook la vio de reojo antes de contestar.

—¿Te conozco? —las dos estaban más que furiosas pero el omega ignoró sus rostros arrugados, él no les había hecho nada para que se pusieran así y con desinterés volvió a hablar —. ¿Mi esposo está ocupado?

Jeonghwa rodó los ojos fastidiada y volvió su vista a la computadora.

—¿No piensas contestarme?

—¿Qué te hace pensar que soy su secretaria? —preguntó de mala gana, esta mujer le estaba poniendo de malas.

—Creo que el hecho de que estás sentada en un escritorio frente a su oficina —respondió burlón y encogiéndose de hombros, la castaña respiró profundamente con los ojos apretados por el coraje.

—No está —dijo sin levantar la mirada y con molestia —, salió hace rato a comer con una posible inversionista.

—Ajá y ¿a que hora regresa? —el pelirrojo no se creía para nada eso.

—No lo s... —la respuesta de la castaña fue interrumpida por cierto alfa que salió de la oficina con una sonrisa radiante.

Jungkook reprimió sin mucho éxito una risa, el rostro de Jeonghwa estalló en varios tonos de rojo y miró nerviosa a Taehyung.

Who got the power?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora