Capítulo 16: Hablando del amor.

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    Y por fin terminaron ese ensayo.

    Lapis y Perla quedaron exhaustas, pues ya llevaban varios ese día.

    —Tomen, les traje esto para que botaneen y se refresquen —la mamá de Amatista dejó una bandeja con varios alimentos y una jarra con agua—. Iré por los vasos.

    —No te molestes, ma —la robusta se fue a la cocina.

    —Vaya que suenan genial —sonrió Steven—. Les irá excelente.

    —Gracias —la pálida sonrió apenada.

    —Sí, gracias —Lapis se sentó junto a la batería.

    —¿Pasa algo? —preguntó el rizado.

    —Estoy nerviosa, el concurso es en dos días —suspiró.

    —Nos irá muy bien, confía en el grupo.

    Lapis miró a ambos sonriendo.

    —Sí, es cierto.



                        🔸🔸🔸



    Ya todos se encontraban en ese auditorio dentro de la preparatoria. Muchos jóvenes llevaban sus instrumentos y practicaban, otros sólo iban de espectadores.

    Perla y Lapis habían ido al baño, mientras que Steven practicaba con la guitarra y Amatista había ido corriendo a la cafetería.

    La joven de cabello melocotón se encontraba arreglando a la pelinegra, maquillando un poco su rostro.

    —Estoy nerviosa —admitió Lapis.

    —Lo sé, yo igual... —colocaba el rimel.

    —Aunque no es tanta gente, eso me alivia —sonrió.

    —Tranquila, respira y disfruta, sé que te gusta cantar, así que no dejes que los nervios lo arruinen —rió y terminó—. Ah, te ves preciosa —sonrió y junto sus manos.

    —¿Lo crees? —se giró para verse en el espejo—. Oh...

    —¿No te gusta?

    —Pero claro que me gusta, gracias, Perla —sonrió apenada.

    —¿Quieres ensayar una vez más?

    —Sí, ¿pero podemos ir por agua?

    —Claro.



                       🔸🔸🔸



    Amatista estaba sentada junto al rizado comiéndose unas papas y escuchando como este practicaba.

    —Sí qué eres bueno con eso —dijo mientras comía.

    —Gracias —sonrió—. Ya sabes, mi papá me enseñó desde que yo era muy pequeño.

    —Oh sí, el señor Universe es muy talentoso.

    —¡Hola!

    —Peri —canturreó la robusta—. Llegaste temprano, eh —sonrió—. Bonito vestido.

    —Gracias, Amatista —se sentó junto a ella—. ¿Dónde están Lapis y Perla?

    —Mmm...

    —En el baño —contestó el joven.

    —Oh, y, ¿cuándo empezará esto?

    —No tardan —apuntó al escenario—. Ellos son los primeros y ya casi están listos.

Temores | LapidotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora