Capítulo 24: Troglodita

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Ahora es tu momento de mover ficha. Asia recordó las palabras que su amiga le había dicho el día anterior, que, aunque no lo parecieran, a veces (sólo a veces) eran sabias.

Miró a su alrededor. Parecía que todos los estudiantes estuvieran atendiendo en clase aunque, probablemente, estarían pensando en sus cosas, como en que comerían al acabar o en si era mejor acostarse con el vecino o el repartidor de pizzas. Y Asia no era menos, pues no se podía sacar a Jungkook y a Namjoon de la cabeza.

El primero quizás sentía algo por ella, pero su carácter de adolescente le impedía demostrarlo. En lugar de eso, de vez en cuando, Asia veía en él cierto comportamiento protector sobre ella, como de hermano. Namjoon era más atento, y siempre estaba pendiente de ella. Pero últimamente parecía estar más distante. Había pasado casi una semana desde que había recibido un mensaje suyo, desde la fiesta de Park Jimin, y ella tampoco había hecho nada para remediarlo. Debería decirle algo, quedar con él, ya que estaba empezando a echar en falta tenerlo a su lado.

Sacó su móvil del bolsillo y abrió su WhatsApp. Namjoon aparecía muy lejos en la lista de chats, demasiado. Se mordió el labio inferior pensando en qué escribir. No quería cagarla.

Asia

Holaa

Asia

Quieres quedar algún día? Te echo de menos...

Frunció él ceño pensando en lo infantil que había sonado ese mensaje. No tendría que haber mandado nada. Ya notaba que el chico no quería hablar con ella. Ahora le dejaría el visto y quedaría como una tonta.

Namjoon recibió los mensajes y se quedó unos segundos mirando la pantalla. "Yo también te echo de menos, pequeña" pensó sonriente, con la aplicación aún abierta. Quería volver a verla, pero la imagen de ella besando a ese chico aparecía en su cabeza cada vez que pensaba en Asia. Uno de sus atributos más negativos era el de ser celoso. Y él lo sabía. De hecho, ya varias chicas con las que había estado se lo habían dicho, así que con Asia tenía que ser diferente. Tenía que ser la mejor versión de él, pues si no no se sentiría lo suficiente para ella. Esa chica era especial. Con otras chicas había sentido atracción, nada más. Cuando empezó a conocer a Asia, sintió algo más fuerte. A partir de ese día quiso pasar el resto de tiempo a su lado, aunque el trabajo de él y la universidad de ella no se lo permitían. Ahora que se había quedado en el paro, notaba su ausencia a todas horas. Aunque, por culpa de una mezcla entre sus celos y ese maldito chico de la fiesta, no hablaban.

Namjoon

Si quieres te paso a buscar hoy y así nos vemos al fin.

Mandó el mensaje convencido. Debía controlarse y dejar hablar a la chica. Las cosas no podían acabar por una tonta razón. Sonrió pensando en Asia. En sus ojos marrones y en sus finos labios. En esta ocasión tenía que ser un día perfecto.

Asia se sentó en la mesa del bar con los dos chicos y Hye, y pidió sus noodles de siempre. Tae y Jungkook bromeaban, mientras Hye hablaba de algo que a Asia le acababa de dejar de importar, pues el mensaje que había aparecido en su móvil captaba toda su atención.

Sin decir nada, acercó la pantalla a la cara de su amiga. Al leer el mensaje, Hye miró a su amiga con las cejas elevadas, en modo de sorpresa.

— Veo que, por supuesto, mis consejos llevan al éxito— susurró Hye guiñandole el ojo a Asia mientras revisaba que los dos chicos seguían enfrascados en su conversación.

— Le digo que venga?— susurró de vuelta, mirando a Jungkook de reojo.

Recordó los pocos momentos en los que su amigo había visto a Namjoon, y que su comportamiento al hacerlo había cambiado drásticamente. Esos cambios eran los que le demostraban a la chica que quizás el más joven sí que sentía algo más por ella.

OtokéWhere stories live. Discover now