Daddys boss | h.s

29. «A prueba»

«A prueba»

Harry

La vida tiene formas raras de enseñarte cosas. Y en este momento, estaba totalmente convencido de que había escogido esta situación para dejarme claro un par de ellas. Primero, vine pensando en todo lo que iba a hacer para volver con Chloé, para tenerla de vuelta y todo ha sido un desastre. En vez de estar disfrutando de un día soleado en aquel yate, solo nos hemos hundido, puesto en peligro; más ella que yo, y ahora solos en quien sabe donde. Segundo, a pesar de toda mi mierda, ella estaba conmigo, había pasado por alto todo lo sucedido en Londres ... o eso creía. Y finalmente, sin saber porque en medio de la incertidumbre de no saber si habría otra oportunidad para tenerla a mi lado, le propuse que fuese mi novia. Aquello no había salido de mi mente ni un solo segundo, porque nunca hubo una respuesta ... y ahora no se, si sea el momento adecuado para volver a ello, para decirle que quiero que sea mia y al fin, darle un nombre a esto.

¿Era lo correcto, funcionaria?

Solo quería tenerla conmigo, olvidar el pasado y empezar de cero. Quedaba poco para que cumpliera la mayoría de edad y ya no habría nada ilegal, entre nosotros. Y no se exactamente, que estaba pasando por mi cabeza, si era sol el estrés de estar perdidos o si verdaderamente, por todo el tiempo que habíamos compartido estaba sintiendo algo más por ella, y quería más ... necesitaba más, como antes. Lo único que me aterraba de ello, es que fuera tal cual como en el pasado, que siempre quise más y ellas no, no estaba preparado para su rechazo.

Chloé, Chloé Palvin. Mi maldita perdición.

—¿Sucede algo?

Escucho detrás de mi. Giro la cabeza para encontrarme con ella, quien de pie, sostiene una de las toallas que hemos usado como mantas para cubrirla del frío. Por otra parte, recuerdo que solo llevo una camisa rota al igual que mi pantaloneta y esta empezando a hacer un poco de brisa. 

Me pongo de pie, y cuando la miro, ella sonríe. Acomodo su cabello detrás de sus orejas y noto como tiene leves rasguños en el mismo, su labio esta un poco partido y sus ojos algo cristalizados. Siento una impotencia que me instala un nudo en la garganta y ese sentimiento de culpa, florece una vez más. 

—Quiero que estés bien.  

Tomo sus manos entre las mías y siento que están un poco mas cálidas que las mías. Entre la poca luz que nos ofrece la improvisada fogata, noto mis nudillos destrozados y cuando quiero apartarme para que no los vea, ella me frena.

—Deja de pensar que todo esto es tu culpa, ha sido un accidente ... se que quieres protegerme, pero tu también debes cuidarte. La idea es que volvamos juntos,¿no? 

Hago una mueca y frunzo el ceño. 

—La verdad es que en este momento me interesa más tu vida que la mia. Y no te preocupes por esto, no es nada ... estaré bien.—me dispongo a ponerme en cuclillas y revisar su pierna. Aun esta con moretones y roja por la inflamación. —antes de dormir, debemos volver a curar esto, no puede infectarse.

—Harry ... —dice balbuceante.

Mi espalda.

—Chloé, no es ...

—¡Por Dios, Harry! ... mira como esta tu espalda.

Cierro los ojos para no ver su reacción. 

Sabia que tenia algo en mi espalda, pues cada vez que recostaba la misma a una superficie me dolía, pero me era imposible ver en que estado estaba. Ella me obliga a ponerme de pie y volver cerca de la fogata donde tenemos las cosas que hemos recuperado y la improvisada choza que he logrado armar. Me quedo en silencio, mientras ella con molestia, toma gasa, alcohol para desinfectar y luego otra sustancia para curar.