Daddys boss | h.s

40. «Adiós, señor Styles»

«Adiós, señor Styles»

Chloé

6 MESES DESPUÉS

Todo cambia, todos cambian ... todo termina, algo comienza.

Me lo he preguntado una y otra vez, y aún no hallo la respuesta y creo que nunca lo haré. Quizás porque no hay una, o porque simplemente no quiero saberla y solo estoy intentando engañarme, una vez más.

¿Como fue que empezó todo esto?, ¿en que momento fue que mi vida cambio?

Esas respuestas las tenia. Todo empezó aquella noche en mi cuarto, con aquella tarea de entrevistar a alguien reconocido. Recuerdo perfectamente cuando le pregunte a mi padre que como era su jefe y él lo describió como un hombre ocupado, con muchas cosas que hacer y sobre todo, que no sabia si era buena idea que yo hiciera aquel trabajo sobre él, y eso era verdad. No era ... no fue una buena idea.

Empece a investigar sobre Harry Styles, sobre el hombre importante que manejaba unas de las empresas mas reconocidas e importantes de la ciudad, que era un hombre perfecto, que parecía tenerlo todo bajo control, ejemplar, correcto, exitoso. Era el sujeto adecuado para mi trabajo de la escuela y luego paso a convertirse en mi obsesión, en algo más allá de una simple persona que me podía hacer ganar una buena calificación y por otro lado, podría hacerme ganar una mejor vida. Él se convirtió en un reto, un desafío.

Mi vida cambio cuando lo conocí, cuando lo mire a los ojos por primera vez en su casa, cuando me resulto tan intimidante y misterioso, cuando me hizo sentir perdida, acorralada, que estaba a su merced. Todo empezó a cambiar cuando su cuerpo alteraba el mio, cuando su cercanía provocaba una corriente eléctrica por mi espina dorsal, cuando sus ojos me miraban fijamente y me recorrían de arriba hacia abajo, cuando hablaba y decía lo que quería, cuando empezó a meterse en mi vida,. Habia perdido la cabeza por un hombre mayor, por alguien prohibido, por una persona que ni en mis sueños más descabellados se cruzaría en mi vida, me había dejado llevar por su belleza, su poder, su obsesión por el control, como me hacia sentir que todo a su lado estaba bien y que nada iba a estar mal, cuando me propuso un juego donde desde el principio se sabia quien seria el perdedor y que acepte jugar.

Al principio no se sentía tan mal estar con él ... el problema fue al final.

Recuerdo cuando amanecí en su casa, después de haberme desmayado en el bar al que fui a escondida de mi padre, la vez que se quedo con mi teléfono y todo lo que sucedió para recuperarlo, cuando fue a cenar con nosotros en el cumpleaños de mi padre y escucho aquella anécdota sobre la chica de las salchichas y luego uso en mi contra, recuerdo la primera vez que me beso, la primera vez que hicimos el amor ... cuando me dijo que me quería, cuando me hacia sentir que era especial pero también recuerdo aquellos momentos en que me hacia sentir una niña, cuando no era capaz de darle nombre a lo que teníamos, cuando moría de celos por Cole o Nate, cuando me castigaba y cuando me golpeo, cuando le dije que estaba vacío, y finalmente, cuando no me escucho, cuando me dijo que estaba ocupado, que no podía ... tenia tantas cosas buenas pero también, muchas malas; y no era quien para juzgarlo porque yo era igual o peor que él.

¿Porque no me aleje?, ¿porque seguí insistiendo en algo que no debía ser?

A estas preguntas, también les tenia respuestas.

No me aleje porque no quise, porque cuando reaccione era demasiado tarde, porque a pesar de las advertencias, de todo lo que me decía que no, que era incorrecto, que me hiciera a un lado, quería seguir cerca de él, que me lastimara, que quería sus besos, sus caricias, el roce de nuestras pieles, sus orbes mirándome, quería escuchar mi nombre en sus labios al precio que sea. Lo necesitaba. Lo deseaba. Insistí porque me sentía bien junto a él, porque cada vez era una experiencia nueva, llena de emociones, sensaciones desconocidas, misterios. Quería más, mucho más.