Daddys boss | h.s

08. «Propuesta»

«Propuesta» 

Chloé

No podía creerlo. 

Él estaba justo en frente. Viéndome con esa sonrisa de maldad, con aquella superioridad que de por si ya era algo natural en él, porque si algo era cierto era que él estaba por encima de la media de los hombres, él era sumamente atractivo, que creo que me molestaba aquello, además de aquel efecto que al menos tenia en mi, esa sensación de que podía manejarme, de que él mandaba y todo se hacia a su manera.

No puedo apartar la mirada de sus ojos, es como si me fuera quedado congelada.

—¿De quien demonios hablas,Chloé?

Las palabras que salen casi a rastras de la boca de Brittany son otra evidencia de lo muy borracha que esta, porque en otras circunstancias, ella ya lo hubiera visto, incluso primero que yo, pero por ahora, solo estaba concentrada en terminar de beberse todo el alcohol posible.   

—Bailemos, no pasa nada ... ¡Nos iremos juntos! —Dice uno de los chicos quienes no dejan de moverse al compás de la música junto a mis amigas —Vamos, Chloé. ¡No seas aguafiestas!

Y en ese momento no se que hacer. Si seguirles la corriente, ir hasta él y preguntarle que demonios hace aquí y porque me envía notas o simplemente abandonar el lugar y marcharme, aunque haciendo lo último, no arreglaría nada. Ya la había cagado, ya me habían pillado.

En medio de aquel nerviosismo por su presencia, me lleno de dudas sobre la misma. ¿Como es que termino aquí?,¿porque esta aquí?,¿él frecuenta estos sitios?

—Oh, vamos Chloé. Has estado muy extraña todos estos días ... te desapareces y no das señales de vida, luego apareces y no quieres divertirte. —Dice casi en un reclamo mi amiga, pero ¿que puedo hacer si estoy siendo observada por el jefe de mi padre y él podría acusarme?  —Ademas, mira estos chicos ... ¡vamos a aprovechar!

—No es eso ... solo que ...

Antes de que pueda terminar la oración Dylan me jala del brazo y me deja a su lado, mis brazos chocan en su pecho ante el movimiento y solo me limito a mirarlo. Él baila, animándome a que lo siga. 

—Cindy me ha dicho que eres una gran bailarina.

Rio ante su comentario, porque yo no creo que sea verdad. 

—Creo que te ha engañado.

—Entonces, déjame ser tu maestro.  

Y con eso, mi cuerpo queda pegado al suyo, siguiendo el ritmo de la música, guiada por sus manos que se han posado sobre mi cintura, no puedo negar que sabe moverse y prontamente mis manos se encuentran alrededor de su cuello. Nos separamos, y ahora estoy contra su espalda, nuevamente sus manos se posan sobre mi figura, y empieza a susurrar cosas en mi oído que no logro entender, y a medida que transcurren los minutos, su agarre se hace más intenso, el aire que sale de su nariz choca con la piel sensible de mi cuello. 

Constantemente tengo que llevar el borde de mi vestido hacia abajo debido a la fricción entre nuestros cuerpos. Intento no moverme mucho, no quiero quedar desnuda enfrente de todos.

—Hueles bien.

Esas palabras las dice cerca de mi oído, aprovechando que la música se ha detenido. Me sonrojo, ladeando la cabeza. Su amigo, nos trae más bebida, y no tardo en beber de aquel liquido dulce y amargo, que logra refrescarme. 

Seguimos bailando, y a medida que transcurre el tiempo, voy perdiendo la noción del tiempo porque el alcohol esta haciendo su efecto, mi visión ya esta bastante borrosa y solo me estoy dejando llevar. Sin duda, la estoy pasando bien. Logrando olvidar a mi padre y las posibles consecuencias que tendría si Harry Styles le contara que estaba en un club, tomando, con chicos que tienen sus manos encima. Los juegos de luces del lugar, hacen que mi cabeza se revuelva mucho más y de un momento a otro, mi vejiga suplica que busque un baño para que pueda descansar.