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—Jackson, tengo que hablar contigo. —Dije sentándome enfrente de el en la cena.

—¿Todo esta bien?

—No. John me propuso matrimonio, bueno en realidad me dijo que va a hacerlo.

—Por Dios, ¡Te felicito!

—No lo hagas. —Lo callé. —Alex escuchó cuando le conté a April. Y todo terminó en nosotros hablando sobre lo qué pasó hace unos meses. El me besó y dijo que quiere que estemos juntos, que me ama y que no luchó por mi porque me vio feliz con el. Si tan solo hubiera hablado antes...

—Puede que sea culpable de eso... —Dijo nervioso.

—¡Jackson!

—Vi como sufriste con el. Estabas tan feliz con el. Ambos conocemos a Alex, no es la persona mas estable del mundo. También puedo decirte que es verdad lo que sentía por ti. Tu no lo sabes, pero verte con el lo destrozaba. He pasado cientos de noches con el intentando subirle su humor. Cuando te vio con la niña y el por primera vez, se largo a llorar enfrente mío. Tu has sufrido, pero el también.

—No... no se que decir. ¿Estas diciéndome la verdad o solo lo haces quedar bien a tu amigo?

—Ammy... tu eres una de mis amigas mas cercanas, eres la hermana de corazón de mi novia. Nos conocemos hace años. Jamás te mentiría.

—¿Que crees que debo hacer?

—Eso no lo se. ¿Lo quieres a John?

—Si.

—Perdón, ¿Lo amas?

—Si...

—¡Has dudado!

—¡No lo hice!

—Bueno, te diré lo que pienso. Es mi consejo como amigo, tu déjalo o tómalo. Quédate con quien te haga sentir mas cosas, quien te hace mas feliz. Tengo que estar en el quirófano en dos minutos. Cuando termine seguimos hablando.

—Gracias por escucharme. No solo hoy, todos estos meses. —El me abrazó y corrió al quirófano.

Revisé a un paciente con mi interno y entramos a operar. Operaba con Alex y un interno mío y otra de el.
Era incómodo, no solo por todo lo que habíamos hablado, sino también por lo que Jackson me había contado.
Solo hablaba para darle instrucciones al interno.

—Ammy...

—¿Algo esta mal Doctor Karev?

—No. ¿Tomamos unas cervezas al final del turno? —Levante mi cabeza para verlo. No podía creer lo que decía.

Decidí ignorarlo y seguir con el procedimiento.

—Vamos Ammy, como amigos. Volvamos a recuperar eso que nos unía. Eramos mejores amigos, éramos como hermanos.

—¿Has dicho hermanos? Creo que no es una buena comparación.

—Tienes razón. —Reímos. —¿Que dices?

—Bien, vayamos. —Pude notar como me sonrió aunque tenia el tapabocas puesto. En ese instante, sentí unas cosquillas en el abdomen. La charla con Jackson de me vino de nuevo a la cabeza.

Cuando el turno terminó, le mandé un mensaje a John, diciendo que salía con mis compañeros a tomar unas cervezas, que volvía a mi casa. Si bien ellos iban a estar en el mismo lugar, yo iba con Alex. Me sentía mal mintiéndole, pero prefería explicarle todo mañana por la mañana.

Me cambié y en la salida me encontré con Alex. 

—Todavía no creo que sea una buena idea.

—Lo será.

Caminamos hasta el bar. Nos sentamos en la barra y pedimos dos cervezas. Misteriosamente, deje de sentirme incómoda.
Hablamos sobre nosotros. Sobre todo lo que había sucedido con nuestras vidas en este tiempo. Hablamos como si jamás nos hubiéramos peleado. Había algo en nosotros que nos hacia excepcionales. No hablamos por tantos meses, pero aun así me sentía feliz a su lado, aunque sea en un bar.
Dos cervezas después terminamos bailando en el medio de la pista, como en los viejos tiempos.

—La chica del fondo no para de mirarte. —Le dije riendo.

—Lo se.

—¿No vas a hacer nada? ¿Que han hecho con el viejo Alex?

—Estoy contigo ahora. Algo con lo que fantasee desde hace meses. Aunque estemos solo bailando, estoy plenamente feliz aquí contigo. No necesito mas.

Un escalofríos recorrió todo mi cuerpo, mi sonrisa se borró y volví a sentir cosas en el abdomen. Me fui a la puerta corriendo. El me siguio.

—¡¿Que te sucede?!

—¡Tu! ¡Eso me sucede!

—¿Que dices? —Dijo con tono mas tranquilo.

—Hoy hablé con Jackson. Me contó todo lo que sufriste tu. Me dijo que me quede con quien mas cosas sienta. Y desde que me sonreíste operando, no paro de tener las estupidas mariposas en el estómago. Con lo que dijiste recién, se me acabó el aire, sentía que no podía respirar. —Estaba exaltada.

—Tranquila... —Dijo y me tomo de la mano acercándome a el.

—Estoy sintiéndome sin aire de nuevo. —Dije y él sonrió mientras sus ojos miraban directo a mis labios. —Me muero de ganas de besarte. Pero no puedo hacerle esto a John.

—Lo entiendo. Yo también me muero por besarte, pero te entiendo y te respeto a ti y a el. ¿Te acompaño a tu casa?

—Si quieres.

Caminamos y seguimos hablando, como si lo anterior no hubiera sucedido. A los minutos, llegamos a la puerta del edificio.

—Si quieres puedes quedarte a dormir... en el living me refiero.

—No hay problema. Estoy cerca.

—Gracias por acompañarme.

—Gracias por darme la oportunidad de tener esta salida contigo.

—Entonces, ¿Amigos?

—Amigos. —Dijo sonriente. —Aunque no quiero que creas que deje de estar enamorado de ti, eso no pasara.

Yo lo miré. Realmente me moría por besarlo, pero me acerque a el y lo abracé fuerte. El me correspondió el abrazo y estuvimos así unos largos minutos.

—Duerme bien. —Me dijo y me dio un beso en la frente.

—Tu igual.

Solo AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora