A los dos días me llamo. Esta vez me invito a cenar en su casa. Terminé mi turno y con mi auto me dirigi a su departamento. Me había mandado la dirección por mensaje.
Toque su timbre y el bajo.—Lo siento, llegué tarde porque tuve una urgencia en el quirófano.
—No te disculpes. Te entiendo. —Dijo sonriéndome. ¿Acaso era real?
—Gracias por entender.
Subimos el ascensor. El vivía en el último piso. Cuando entre a su departamento, me quede en shock. Era enorme, moderno y tenia una vista increíble de Seattle.
Ayude a John a cocinar, aunque ya tenia todo casi hecho. Nos sentamos en la mesa y cenamos. Hizo comida Thai.
—Cocinas bien, eres comprensivo con mi profesión, eres gracioso, simpático, bello. ¿Acaso tienes un defecto?
—Muchos. Pero no te los dire porque me vuelve loco que tengas esa idea sobre mi. Aunque no creo que tu tengas defectos.
—Demasiados. —Reí.
Vimos una película. Comimos chocolates y pasamos toda la noche hablamos. Estar con el me hacia olvidar el dolor que sentía por Alex.
—La he pasado increíble contigo. —Dije.
—Yo también. —Dijo mirando mis labios.
Nos acercamos y nos besamos. El beso se hizo rápido, apasionado, intenso. Sus besos pasaron a mi cuello y eso me encendió. Nos miramos y me tomo de la cintura para llevarme a su cama. Era imposible separar mis labios de los suyos.
Me colocó suavemente en su cama. Nos desnudamos poco a poco, nos besamos e hicimos el amor.
—Quédate a dormir.
—Me quedaré. —Le dije sonriendo.
El me gustaba, pero en todo el acto sexual no pare de pensar en Alex. Sus besos, sus caricias, el encima mío, todo me recordaba a que Alex no me amaba. Que no era suficiente para el. Me recordaba a que estábamos lejos, que todo lo que creí que éramos era una farsa.
De verdad quería intentarlo con John, pero debía alejar esos pensamientos de mi. Necesitaba que esto funcione.Me desperté envuelta en sabanas, desnuda. Mire el reloj y eran las 8 am. Entraba a trabajar a las 12.
John no estaba en la habitación. Me estaba cambiando cuando entró con dos cafes y una bolsa con donas.
—Buenos días. —Dijo sonriente.
—¿Como sonríes desde temprano? —El rió.
—¿Como dormiste?
—Increíble, ¿tu?
—Mejor que nunca.
Desayunamos mientras conversábamos. Al rato me fui a casa, donde me bañe y me cambie para ir a trabajar.
Intentaba cruzarme lo menos posible con Alex, pero aun lo hacía. Realmente era incómodo.

ESTÁS LEYENDO
Solo Amigos
FanfictionAmmy y Alex son amigos hace mucho tiempo. Se conocieron cuando entraron al internado de cirugía del Seattle Grace. Sobrevivieron los cinco años de residencia hasta llegar a la especialidad. El en pediatría y ella en traumatología, no trabajaban junt...