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Hacía una semana desde que habíamos cortado. El dolor no cedió ni un poco. Estaba con Owen y con April en urgencias cuando mi teléfono sonó. Era un numero desconocido pero decidí atender.

—¿Hola?

—Buenas noches señorita Holmes, ¿Verdad?

—Si, ¿quién habla?

—Soy el doctor Sting, del hospital Massachusetts aquí en Boston. No te asustes, pero tus padres sufrieron un accidente. Tu madre esta bien, solo en shock. Tu padre esta en cirugía.

Corte el teléfono. April y Owen me miraban fijamente intentando descifrar que había sucedido.

—Mis padres tuvieron un accidente.

[...]

Llegué a Boston y fui directo al hospital. Pregunte por mis padres. Me dieron la habitación. Subí impaciente y al llegar, un medico estaba saliendo.

—Soy la hija de ambos. ¿Estan bien? ¿Estan vivos?

—Tranquila. Soy el doctor Sting, yo hable contigo esta mañana.

—Soy medica, puede explicarme que tienen y que les sucedió.

—Tu padre sufrio un infarto mientras manejaba. Tu madre estaba alli. Chocaron contra un árbol. Tu madre, Lily, tiene heridas superficiales. La suturamos con cinco puntos en la pierna. Preferimos que se quede en observación.

—¿Y mi padre?

—Su estado es reservado. La operación ha salido bien, pero sabes como es esto. Debemos esperar.

—¿Puedo verlos?

—Adelante.

Mi padre estaba dormido, pero mi madre abrio los ojos cuando me vio entrar.

—Ammy...

—Madre. —Corrí a abrazarla. —¿Estas bien? ¿y papá?

—Tranquila mi amor, estoy bien. Solo me quedare hasta mañana por precaución. Tu padre esta dormido, pero esta bien.

Mi padre no despertó hasta el otro día. No paraba de llorar y tomarme de la mano.

Mi madre salio a dar una vuelta por el hospital, mientras tanto yo me quedé con papá.

—Ammy... tengo miedo de morir.

—Papi, no digas esas cosas. Los médicos dijeron que estas estable. Estarás bien.

—No quiero morir, no todavía. Hay tantas cosas que tengo que hacer. Quiero viajar con tu madre, comprar una casa en el bosque, verte feliz con Alex, conocerlo, llevarte al altar, tener nietos. —Mi padre no sabía de mi separación.

—Podrás hacer todo eso y mas. —Le tome fuerte la mano. Las lágrimas ya habían invadido mi rostro.

El cirujano entró para hacerle sus respectivos controles. Yo sali afuera mientras me secaba las lágrimas. Cuando cruce la puerta, Alex apareció frente a mi. El solo estaba parado frente a mi y me miraba, evaluando que hacer. Sus ojos fueron directo a mis lágrimas. Lo único que necesitaba era un abrazo de el. Corrí hacia el y lo abracé. Lloré en su hombro. El solo me abrazaba.

—¿Como están?

—Mi madre esta bien. Solo se fisuro unas costillas. Mi padre está evolucionando, tuvo un infarto. Pero esta estable.

—Tranquila. Estarán bien, y esto será solo una anécdota.

—¿Por que has venido?

—Cuando sucedió lo de mi pad... Jimmy, tu estuviste ahí. Fue uno de los momentos más difíciles y tu estuviste allí, a mi lado todo el tiempo. Ahora es mi turno. Aunque no estemos juntos, tenía que estar aquí contigo.

—Gracias. —Volví a abrazarlo fuerte. Tener a Alex en mi vida era una bendición.

—¡No lo puedo creer! ¡¿Eres Alex?! —Mi madre apareció con un enfermero. El me miró.

—Si, soy Alex. —Dijo sonriente.

—Ella es mi madre, Juliet.

—Es un placer conocerte después de tanto tiempo. Eres realmente apuesto. Ammy nos ha contado de ti. —A mi madre le brillaban los ojos. No podía decirle que todo se había terminado.

—Ammy también me ha contado maravillas de usted. —Dijo sin borrar su sonrisa.

—George quiere conocerte, ¡Entremos!—Estaba euforica.

—Entra. Nosotros lo hacemos en un minuto. —Ella me hizo caso.

—¡¿No le has dicho?!

—¡Lo he olvidado! He tratado de no pensar en ti estos días.

—Bueno, gracias.

—Antes que llegues, mi papá lloro frente a mi, confesando que tenía miedo a morir. Dijo que le quedaban muchas cosas que hacer. Una de ella, era conocerte. El también cree que estamos juntos. ¿Puedes hacer esto por mi?. Se que estoy pidiendo mucho.

—Entonces, ¿Novios? —Dijo burlón.

—Sabía que podía confiar en ti.

El me tomó de la mano y me miró. Mi estómago volvió a sentir cosas por su simple tacto. Entramos.

—Padre... me has dicho que tu deseo era conocerlo. Te presento a Alex. Alex, el es mi padre, George.

Alex se acerco y le dio su mano. Noté lagrimas en los ojos de mi padre. 

—He oído mucho de ti, solo tengo que agradecerte por todo lo que has hecho por mi niña.

—Su hija es una gran persona. No merece menos.

—Cuando era joven, mi madre me dijo que desde que estaba con Juliet tenía un brillo especial en los ojos. No lo entendí hasta hoy. Hoy veo ese brillo en ustedes. —Alex me miró a los ojos.

—Suficiente papá. —Dije riendo. —Estas sensible.

Pasamos todo el día alli. Hablando sobre nuestros trabajo, recuerdos de la infancia y hasta de la "relación" que teniamos. Mi madre insistió en que vayamos a la casa un rato a descansar. Nos bañaríamos y comeríamos algo para luego volver.

La casa de mis padres quedaba a 20 minutos del hospital, en las afueras de la ciudad. Un lugar realmente tranquilo.

—¿Asi que aquí fue donde viviste 18 años de tu vida?

—Si. Alex, escucha. Gracias por todo lo que has hecho hoy por mi.

—No es nada. ¿Me muestras tu habitación?

Subimos hasta la misma. La pared estaba tapada de bandas indies del momento y fotos de años atras. Mi escritorio estaba lleno de libros, cuadernos y dibujos mios.

—Jamas me hubiera imaginado que sea así. —Dijo entrando.

—A excepción de los corazones rosas de las paredes, es mi estilo.

—Eras hermosa. —Dijo mirando las fotos con mis amigas.

—Estoy segura qué alguien como tu jamas se hubiera fijado en mi. Era la típica nerd, tu el popular.

—Tienes razón. Pero por suerte cambié. No podría imaginar una vida sin ti.

—Alex...

—Lo siento.

—Voy a bañarme. —Dije sonriendo.

—Yo también necesito una ducha, podriamos compartirla. —Dijo gracioso.

—No se te ocurra.

Solo AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora