1977, Hogwarts

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NO SE USTEDES PERO ÉL ES PERFECTO COMO SIRIUS
ESO, DISFRUTEN EL CAPITULO

—¡LOS VOY A DESCUARTIZAR! ¡LOS COLGARE DE LOS TOBILLOS Y ESTARAN SUPLICANDO

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—¡LOS VOY A DESCUARTIZAR! ¡LOS COLGARE DE LOS TOBILLOS Y ESTARAN SUPLICANDO...—la voz de Filch se hizo cada vez mas y mas cercana, haciendo que Lizzy frunciera el ceño.
—Por Merlín ¿Que hicieron ahora?—le preguntó Marlene con una sonrisa.
—Eh...solo se que en esta no estoy implicada—dijo Elizabeth inclinando la cabeza—. En fin como te decía, ¿Viste como James al último momento...
—¡CORRE! ¡MALDICIÓN CORRE!—gritó Sirius, en el pasillo corriendo sin ver a atrás. Lizzy lo vio confundida, estaba hablando con Marlene en una esquina sobre el último partido y de que como James se había lucido en el último momento. Sin embargo Sirius aún corriendo pasó a su lado tomándola de la mano y haciendo que Lizzy diera un grito de sorpresa y comenzara a correr con él.
—Uh...Sirius...¿por que estamos corriendo?
—Pues veras...
—Santo Merlín ¿que hiciste?—preguntó horrorizada Lizzy mientras salían del castillo y comenzaban a correr por los terrenos, más específicamente a la cabaña de Hagrid, Sirius la seguía tomando de la mano y la empujó a los arbustos, acto seguido se lanzó junto a ella, escondiéndose.
—Uh...Nadie ha muerto.
—¿¡Y ESO SE SUPONE QUE ME TIENE QUE CALMAR?! ¿Sirius que diablos está...—comenzó a preguntar Lizzy pero Sirius le puso una mano en la boca, y poniéndose un dedo en los labios en signo de silencio.
Ella lo vio confundida pero pudo entender cuando vio a Filch junto con la gata, bueno era Filch con el pelo rosado como los dulces favoritos de Lizzy, y haciendo un mal contraste con su piel azul marino y la gata como si la hubieran bombardeando un montón de pintura. Se veía terrible.
—¡BLACK!—chilló Filch—. ¡BLACK! ¡CUANDO TE ENCUENTRE TE RETORCERÉ EL PESCUESO! ¡TE COLGARÉ DE LOS TOBILLOS...
Filch siguió maldiciendo a Sirius y jurando cuántas torturas le iba a hacer, una vez que Sirius estuvo seguro que Filch y su insoportable gata estaban fuera y lejos, le quitó la mano de la boca a Lizzy.
—¿La número 45?—preguntó ella alzando una ceja.
—Pase mi prueba de aparición, tenía que celebrarlo de algún modo.
—¿Y esa es tu celebracion? Es de primer año—ella alzó una ceja—. Das pena, Black.
—Por supuesto que no—Sirius dijo—. ¿Por quien me tomas Elizabeth? ¿Un principiante? Solo falta Peter para que pase su prueba, después los cinco podemos ir a Hogsmeade a tomar algo.
—Mmmh...me gustaría eso.
—¿Sabes que también te gustaría?
La sonrisa de Sirius se ensanchó más.
—¿Qué?–preguntó ella inocentemente.
Sirius puso una mano en su mejilla y otra en su cintura, mientras que suavemente la empujó al suelo de pasto, besándola.
Elizabeth sonrió, ¿cuanto llevaba haciendo esto con Sirius? ¿Quince semanas? ¿Cuatro meses? No sabía exactamente cuanto, solo sabía que era adicta a tener los labios de Sirius sobre los de ella, y la forma en que la abrazaba o la sostenía. Jamás había pensado que ese chico con el pelo azabache desordenado la estaría besando contra el suelo. Cuando Sirius comenzó a poner sus manos bajo su falda, Elizabeth le tomó las manos.
–Wow wow wow. Sirius, no quiero que Hagrid nos vea. ¿Además que hay de los chicos?
—Sobre los chicos, es tu culpa, tú no le quieres decir sobre lo nuestro.
—Sirius...
—¿Tan...tan malo es salir conmigo?—preguntó inseguro, viendo al suelo, Elizabeth pudo reconocer la tristeza en sus ojos grises. La chica sonrió con ternura, y se sentó junto con Sirius, le puso una mano en la barbilla, obligándola a mirarla, ella jamas le había visto poner esa mirada por otra chica, esa mirada de no ser lo suficiente para alguna chica.
—Escúchame bien, Sirius Black, nunca, jamás, me avergonzaría de ti, digo, si, aveces me das vergüenza ajena, pero ya sabes a lo que me refiero. Te quiero Sirius, y nada va a cambiar eso. Es solo que...tengo miedo de lo que dirán los chicos. James se volvería loco, Peter le seguiría la corriente. El único en el que confío en que guarde la calma es Remus.
—¿De veras?
—De verdad—Lizzy sonrió, luego tumbó a Sirius en el pasto y se sentó en él—. Y como has aprobado tu examen, aunque siempre supe que lo harías, te tengo una sorpresa.
La sonrisa de Sirius volvió a su cara.
—¿Ah si? ¿Y que es eso?
Elizabeth sonrió y se inclinó hacia él, comenzando a susurrarle. Una vez que termino de susurrarle su sorpresa, Sirius parecía como si le dieran la nueva escoba o Gryffindor hubiera ganado la copa de las casas. Una bonita flor morada comenzó a crecer al lado de Sirius, él la tomó y se la puso a Elizabeth en la oreja.
—¿Alguien te ha dicho lo hermosa que eres?
—Mmmhh...sip, Mulciber la semana pasada, le rompiste la nariz y si Remus no te hubiera detenido, hubiera tenido que tomar crecehuesos.
—¡Estaba sobre ti!
—Lo se—Lizzy dijo asintiendo, luego comenzó a pararse—. Ahora vamos, los chicos ya debieron haber pasado el examen, hay que ir.
—¿No nos podemos quedar así solo un rato más?—preguntó con cansancio.
—Vamos, Sirius Black, además, tampoco quiero que mi bebé nos vea aquí.
—No te voy a discutir eso—asintió Sirius, antes de pararse.

Laila Scamander y El Prisionero De AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora