Cazadores De Vampiros

《02》

-¡Kaki, Kaki!

La chica mayor dejaba sus libros a un lado.

-¿Qué ocurre, pequeña?

-Hay humanos -dijo muy emocionada.

Ella por el contrario se encontraba muy confundida.

-¿Humanos? -dijo aún incrédula- ¿Estás segura?

-Sí. Te lo juro. Yo los vi.

-Ok, ok. A ver ¿en dónde están? -preguntó.

-Están bajo las escaleras.

-¿Y qué hiciste?

-Nada -respondió encogiéndose de hombros.

La mayor le dio una mirada a manera de no creer una sola palabra. Por lo regular Sofi se la pasaba siendo un poco bromista con las personas que habitaban el lugar.

》Bueno -dijo-, quizás sólo les di un pequeño susto.

-Sólo ten cuidado, Sofi -añadió-. Bien sabes lo que padre dice sobre ellos.

-Lo haré -aseguró-. Pero te digo que no tienen maña de ser vampiros.

-Ya lo creo -finalizó-. ¿Elliot los dejaría entrar?

-Yo creo que sí.

El mayordomo o por su nombre Elliot nunca dejaba entrar a nadie que no fuese de la familia o que al menos tuviera indicios de ser justo como ellos. Vampiros. Si algo así ocurría las cosas no terminaban muy bien. Su padre castigaba imprudencias y malos actos.

Mientras tanto en la planta baja los tres chicos continuaban inspeccionando el lugar sin olvidarse de rincón alguno. Justo como les dijo la chica mayor debían mantener los ojos completamente abiertos si no querían ser descubiertos.

-Siento nauseas.

-Eres un llorón -le respondió Liz-. No llevamos ni una hora aquí y ya te hiciste pis en el pantalón.

-¡Cállense! -se agacharon cerca de la entrada a una habitación aledaña- Hay alguien aquí -les susurró.

Parecía el living y en uno de los sofás estaba una chica morena encima de otra. Levantaron la mirada. No se les veía incómodas, todo lo contrario parecían conocerse bastante bien.

-Vaya, vaya -dijo-. Miren pero qué tenemos aquí. Humanos.

-Creo que esta noche tendremos un festín ¿no lo crees, Mani?

-Estoy segura que sí, Jane.

Lauren tragó saliva pesadamente mientras que Liz seguía con su actitud y pose de chica todo poderosa. Una de sus mayores cualidades era aquella. Kyle por su parte sentía un ligero dolor de estómago, sabía que su organismo le estaba avisando que la bomba estallaría en cualquier momento, sólo esperaba que no fuese delante de aquellas dos chicas. Eran lo suficientemente atractivas hasta que en un parpadeo sus ojos se transformaron en un tono rojizo. Sus dientes se alargaron de a poco mostrando aquellos colmillos que confirmaron sus sospechas. El sitio estaba infestado en vampiros.

-¿Qué les pasa? -habló la chica de nombre Jane- ¿Nunca habían visto una chica con colmillos?

-N-no es eso.

-Vamos chicos -respondía-. No tengan miedo, nosotros los queremos mucho y no sentirán dolor. Lo prometemos.

-¿Ah sí? -Liz las enfrentó- ¿Por qué no me das una probada? ¿ah?