Verónica's POV.
He perdido la cuenta de los días que llevo encerrada. Mis manos pesan mucho y el mínimo movimiento me causa un terrible ardor.
Mis ojos siguen vendados y es que todo fue tan rápido. Hablaba con Lauren sobre el "permiso" para salir con Kyle, era tonto hacerlo, pero de alguna manera sentí la necesidad. Llegaron dos chicas... una más alta que la otra aunque la más alta parecía un chico como tal... el cuerpo lo delataba.Tenía hambre y sed, ya ni siquiera tenía algo de saliva. Honestamente no sé cuánto más aguantaré. Estoy sucia y mis necesidades he tenido que hacerlas aquí.
De vez en cuando entraban a vigilarme, sentía como sus miradas se clavaban en mi cuerpo y a veces reían. Esto es estúpido.
Lo único que quiero es saber que Kyle estará bien. Mira el lado positivo, al menos se libró de una chica tan idiota como yo. Al menos uno de los dos será feliz.
Salí de mis pensamientos cuando escuché como una llave entraba por la perilla de la puerta. Otra ronda de miradas llenas de morbo y más insultos.
-Buenas noches, Verito...
No respondí.
》Te dije Buenas noches -pude saber que lo tenía en la cara. Su aliento nauseabundo me lo decía-. No quieres cooperar y eso es malo...
Tocó mi mejilla. Moví mi cabeza hacia el otro lado.
》Podemos divertirnos... así como te gusta.
-Aléjate de mí, viejo asqueroso.
Mala idea. El tipo escupió en mi cara. Estaba siendo humillada y vaya de qué manera. Mis lágrimas estaban por ser derramadas.
-¿Te gusta eso, Verito? -tomó mi cabello- ¿Ah? -lo jaló y me quejé- Voy a matarte con mucho gusto... el jefe no quiere testigos.
-Déjala tranquila, Lee.
-Sí señor.
Esa voz, de donde conocía yo esa jodida voz. Todo volvió a su normalidad cuando quitaron la venda. Fue cuando lo vi ahí de pie. Vestido con un traje negro y sus lentes de lectura. Phillip Karnstein.
-Pero mira qué tenemos aquí -quedó justo a mi altura-. Apestas.
No respondí.
》¿Sabes que fue un error llegar a mi casa de improvisto? -silencio- Muy bien. Descubrí tus sucios juegos y quise acabar yo mismo contigo.
Pasaba de un lado a otro. El tipo llamado Lee y otro grandulón estaban esperando en la puerta. Haciendo una señal con los dedos les indicó que se retiraran. Quedamos completamente solos. La puerta estaba cerrada y honestamente no sabía que era lo que me esperaba. Mi respiración se aceleró y mi pecho se inflaba con rapidez.
Estuvimos en silencio un rato. Empezó a reír y el sonido me irritaba. Quería ahorcarle y clavarle una enorme estaca en el pecho. Acercó una silla.
-Puedes hablar cuando quieras. Tengo todo el tiempo del mundo.
-Eres un ser asqueroso.
-Gran manera de empezar esto, Verónica. Me sorprendes.
Sentí como una punta afilada de algo se acercaba a mi espalda y bajaba y subía una y otra y otra vez. Mi vello comenzó a erizarse. Quizás moriría aquí y eso era lo más seguro.
Escuché de repente varios disparos. Provenían de fuera y el tipo se levantó bastante furioso, es como si alguien lo hubiese atrapado. Maldecía una y otra vez. Palabras antisonantes salían de su boca y yo sólo podía reír ante su evidente frustración. Sentí como su enorme mano paró en mi mejilla y luego haciendo un puño golpeaba mis ojos. Sentí como el ardor se expandía y les aseguro que para unas horas -si no es que en minutos- tendré un enorme color morado alrededor de ellos.
Me dejó sola al cargo de un tipo que nunca había visto, me refiero a todos los días que llevaba aquí, creo que era nuevo.
-¿Iglesias? -dijo.
Lo miré...
-¿Nos conocemos? -pregunté.
Y era verdad. En mi vida lo había visto.
-Paloma negra...
Caí en la cuenta. Era otro infiltrado y vaya de que manera.
-¿Ella te mandó?
-Suponía que estarías en problemas y no se equivocó -se cruzo de brazos-. Buscaré ayuda de ya sabes... los hermanos.
-Hazlo rápido...
-Toma -acercó una botella de agua y le di un enorme sorbo.
Me sorprendí de la cantidad de agua que se puede tomar en tan sólo diez segundos.
》Te prometo que volveré pronto -apretó mi hombro y asentí-. Te traeré algo de comer cuando vuelva ¿ok? -asentí.
Él se fue y agradecí en mi mente a paloma... ella era mi ángel guardián y era como mi madre. Ahora era cuestión de esperar la llegada de mis salvadores. Llegada por la que volví a perder la cuenta de los días, ya ni siquiera sabía si era día o noche. Extrañaba mi libertad, extrañaba a los chicos y andar por la vida sin tener que darle explicaciones a nadie.
Extrañaba ser yo misma.
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Cazadores De Vampiros
RastgeleDisfruten amantes de los vampiros ♡ Bienvenidos al inicio del juego. Bienvenidos a la historia en donde la pelea por el amor de una chica traerá separaciones, en donde el último en pie tendrá su recompenza y en donde la seducción no tendrá límite al...