Cazadores De Vampiros

Epílogo

-¡Tú mataste a miles! -gritó la figura en el sitio- ¿Cuál sería la diferencia de que yo terminara contigo y tus queridos amores?

-¡Por favor no los lastimes! Ellos... E-ellos no tienen la culpa -suplicó la chica amordazada mientras esa persona reía sin parar.

Sentía una satisfacción enorme tener al mundo a sus pies.

-No me importa lo que sientas, me causa una gran satisfacción hacerte esto a ti -se acercó de pronto causando que la chica intentara apartarla-. Me siento benevolente hoy, así que, te daré a elegir la vida de uno de ellos.

-¡Eres un puto monstruo! -escupió.

-Ay querida, ¿Cómo crees que he ganado la guerra de clanes? ¿Con besos?

La mujer comenzó a sollozar, suplicando a la figura frente a ella que la dejara en libertad al igual que su familia. No sabía que este mundo podía ser tan cruel, no sabía cómo una persona podía causar tanto daño y mal a los demás.

»Entonces... ¿A cuál de ellos eliges?

No hubo respuesta, la figura se cansó, habían agotado su paciencia y finalmente atravesó la cabeza de ambos justo en la frente con una bala cada uno. El bendito tiro de gracia.

Y esa era ella... Lauren Jauregui, quién se había convertido en un monstruo. Quien lo perdió todo y no tenía porque luchar. Una mujer capaz del peor crimen por proteger a los que ama. Limpió su arma pues había salpicado un poco de sangre, la guardó en su bolsillo y atacando con sus colmillos se lanzó directo al cuello de la mujer y clavándolos finalmente satisfacía su hambre y sed de justicia.

-Señora... Es hora, necesitamos ir a casa.

-No tengo casa, Matt. No tenemos un hogar.

-¿Qué hay del clan, señora? Nos ha convertido en los mejores.

-No sirve de nada, perdí todo.

-Sí me permite decir algo... Nos tienes a nosotros y nunca nos vamos a rendir.

-Quizás sea mejor morir. Terminé convirtiéndome en Karla e inclusive en alguien peor.

-No Lauren. No eres así, no eres un poco de lo que fue Karla.

-¿Es que no lo ves? ¡Mira a tu alrededor! Soy un asco y merezco morir.

-No dejaremos que te hagan daño.

Lauren limpio de su boca la sangre que aún goteaba.

-Nadie podrá hacerme más daño del que yo misma me he causado.

Esa noche murió mucho más que una líder, esa noche la esperanza cayó de una vez y quizás no volvería a nacer.