Cazadores De Vampiros

《21》

Dedicado a @black-677 no me apreció el perfil jaja :( espero que aún exista

Kyle's POV.

Era increíble como de un momento a otro puede se la última vez que veas a una persona. En el poco tiempo que llevamos en éste sitio -que honestamente para mí ha sido una eternidad- habían ocurrido tantas cosas.
Desde la pelea por el amor de Camila, hasta el secuestro de Verónica, la muerte de algunos vampiros y el amor fugaz de Elizabeth por Alexa, que, aunque lo niegue es verdadero, sólo que ese afán por ganarle a Lauren la ha cegado a tal punto de llegar a odiarla.
En otras noticias, he cambiado un poco mi vida. Ha dado muchos giros en los últimos días. Solía escribir un diario, pero con todo esto ya ni siquiera me da tiempo de abrirlo. He narrado toda clase de experiencias, buenas, malas y regulares. Cada pelea que he tenido con las chicas y cada manera en la que volvemos a estar bien. Es algo loco ¿no?

Por muy ñoño que parezca siempre me ha gustado la manera en la que convivimos. Siento que sin ellas no soy nadie y, considero que soy feliz. Muy feliz.

-¿Qué cenaremos hoy? -preguntó Lauren.

-No lo sé. Encontraremos algo.

Desde el misterioso caso de Phillip Karnstein y su posible huida no bajamos con la familia a cenar ó a comer. Digamos que no le encontramos sentido alguno al sentarnos con unas tipas que quizás nos asesinen a plena luz del día. Me había dado cuenta de que llevaban varios anillos. Uno en el pulga y otro en el meñique y ambos con formas meramente parecidas. Una de tantas noches en las que congeniaba con Camila vi que en uno de ellos había una especie de águila y en el otro una serpiente ¿qué significan? Hasta ahora me es imposible descifrar. Comenté aquello con las chicas y me dieron su aprobación. Lauren dijo que Phillip tenía cuatro anillos, pero todo en el cuarto dedo, en el que, según creencias va directo al corazón. Elizabeth mencionó los de la esposa del hombre. Encontraremos la verdad, eso lo tengo seguro, pero ahora tengo hambre. Y mucha.

Bajamos las escaleras cuidando no hacer demasiado ruido, aunque sabríamos que Elliot nos vería de una manera.

-¿Siempre estás aquí? -le preguntó Liz, pero como todos los días él no respondió- Muy bien, mudo -rió-. ¿Hay algo para cenar?

El hombre negó.

》¿No puedes preparar algo? -volvió a preguntar.

Éste volvía a negar.
Nos rendimos y finalmente fuimos directo a la cocina. Quizás sí que había algo y él como buen samaritano no nos quería compartir.
Luego de terminar de lavar el último plato nos sentamos un rato en la sala. Todo estaba en completo silencio y si existe algo que odie es precisamente el silencio. Me resulta atemorizante.

Fue cuando ella entró por el arco.

-Lauren... ¿puedo hablar contigo?

-No -respondió.

-¡Lauren! -le  reprendí- Deja de ser grosera.

-No Kyle. Esa chica que vez ahí es un monstruo.

Pero ¿de qué rayos habla?
Liz reía por lo bajo y me prometí hablar después con ella. Todo estaba llegando a un punto en el que no quiero ser el mediador entre ambas.

-Sólo será un momento -insistía Camila-. No sé qué es lo que te pasa o por qué estás así conmigo...

-No quiero hablarte.

-Ella no quiere hablarte, Mila. Pero yo sí.

-Elizabeth no... -le dijo- quiero y necesito hablar con Lauren.