Diamond Eyes (TMNT)

Cabaña

La ciudad ahora se veía muy chiquita por unos momentos ya que después Ryan no la pudo ver más.

Kaled y Ryan no decían nada por él camino, era un silencio incómodo.

- Oiga, ¿cómo sabe que Nueva York está mal? - preguntó Ryan.

- Yo vivía ahí. - dijo Kaled.

- ¿No tiene familia?

- Si, una esposa y dos niñas. - contestó Kaled.

- ¿Y dónde están?

- En una cabaña, cerca de la montaña. - contestó Kaled.

- ¿En Nueva York hay más mutantes? - preguntó Ryan - Usted no se asustó por mi apariencia, mamá me decía que los humanos se asustan por lo que no conocen, pero su reacción no fue la que yo esperaba.

- Si hay muchos mutantes, ellos se esconden, tu mamá tenía razón, la mayoría de las personas no comprenden lo que no entienden.. Pero no todos son así.. Pocos entienden la situación de los mutantes.. Además de que no todos son malos.. Por cierto, no me haz hablado de ti y tu familia.

- Pues... Mi papá es un ninja, el más valiente ninja que hay en todo el mundo. - dijo Ryan.

- ¿Un ninja? Vaya eso es inusual.. ¿Y qué hace?

- Protege a la ciudad de el Clan del Pie. - dijo Ryan con una sonrisa de felicidad.

- He oído ese nombre... Clan del Pie..

- Su líder es el malvado Destructor.. Es el enemigo de mi papá y de mis tíos.

- ¿Tu papá tiene hermanos? - preguntó Kaled sin dejar de quitar la vista al camino.

- Ajá, son tres. - dijo Ryan. - esta mi tío Donatello, mi tío Miguel Ángel y mi tío Raphael... Y mi papá Leonardo.

- ¿Acaso son italianos? - preguntó Kaled.

- No, mi abuelo le puso esos nombres. - dijo Ryan - es lo que mamá me contó.

- ¿Y tu mamá? - preguntó - ¿no tenía familia?

- No sé muy bien mamá no hablaba mucho de su pasado, ella decía que su familia era yo.

Kaled se quedó pensando unos momentos.

- ¿Y cómo se llamaba tu mamá? - preguntó Kaled.

- Eso.... Es un secreto, hace años mamá me hizo jurar que no le contará a nadie como se llamaba. - dijo Ryan. - y quiero mantener el juramento.

- De acuerdo. - dijo Kaled. - si es así tu voluntad la respetaré.

- Gracias. - dijo Ryan.

- Ryan.. ¿Cuántos años tienes?

- Oh, Siete años. - dijo Ryan.

- ¿7 años? Eres muy pequeño. - dijo Kaled.

- Lo sé.. - dijo un poco tímido.

- Tienes exactamente la misma edad de mi hija menor.

- ¿Cómo se llama su hija?

- Kailani - dijo Kaled .

- ¿Kailani? - miró con el ceño fruncido a Kaled.

- Así le puso mi esposa a la pequeña, el nombre de mi pequeña es de Hawaii significa: cielo y mar.

- Es muy bonito...

- Y mi otra hija se llama.. Dalila, es un nombre swajili significa apacible. - dijo Kaled.

- Oh... Pues siendo sincero no se que significa mi nombre pero los de ellas son muy bonitos.

- No te preocupes luego lo sabrás.. - dice Kaled. - Mira ya llegamos.

Ryan se asomó mejor para ver donde vivía Kaled y su refugio era aquella cabaña cerca de las montañas que había mencionado.

Cuando estuvo cerca se detuvo, bajo del la truck y fue directo a donde estaba Ryan.

- Deja que te ayude - dijo Kaled para tomarlo en sus brazos y ponerlo al suelo.

De la cabaña salió una mujer, ésta tenía la piel de color blanca, tenía un cabello largo y ondulado de color rubio vestía una blusa a cuadros un pantalón de mezclilla, de la puerta salieron dos niñas, las hijas de Kaled.

Una de las niñas tenía el cabello de color azabache, su piel era de un color moreno claro, no pudo ver los ojos de la niña ya que estaba lejos.

La otra niña se veía un poco más pequeña ella su cabello era de color rubio como el de la mujer que salió la piel era más clara que la de la otra niña pero un poco más oscura que la de la madre.

La mujer se acerca Kaled, Ryan pudo ver una sonrisa de alegría en el rostro de la mujer ella lo abrazó y él le respondió.

Kaled besó su frente con mucho cariño las niñas corrieron para recibirlo, ambas le dieron un tierno abrazo.

Ryan se imaginó aquel momento que tenía esa familia, aquella imagen hizo que sacada una sonrisa ladeada.

Debe de ser bonito tener a toda la familia.... Me pregunto ¿cómo se sentirá un abrazo de mi papá?

La mujer voltea a donde Ryan se encontraba este de manera penosa baja la cabeza pues tenía miedo de que aquella mujer se asustara por su apariencia.

De manera sorprendente la mujer se agachó a la altura de Ryan.

Ryan por miedo a que le dijeran monstruo bajo más la cabeza impidiendo que ella viera su rostro.

- Hola pequeño - habló de manera tierna aquella mujer, aún así Ryan tenía miedo. - no te preocupes, no te haremos daño.

La mujer hablaba con tanto cariño que aquella voz le hizo recordar a su mamá. Sintió aquel dolor en su pecho, justo donde se encontraba su corazón.

- Lo encontré en el bosque.. En las afueras de Nueva York. - dijo Kaled.

- ¿Cómo te llamas, pequeño? - pregunta la mujer.

- R-Ryan - contesto con un tartamudeo.

- Ryan, tienes un bonito nombre - dijo ella - yo me llamo Hannah

- Mucho gusto. - dijo Ryan aún con timidez.

- ¿Quieres entrar a la casa y comer algo? Hicimos un rico estofado.

- C-claro. - dijo Ryan.

- Vamos - dijo Kaled mientras tomaba de las manos a sus hijas.

Todos fueron a la cabaña.