-Yo... y tu Viktor... ¿podemos ser amigos?
Quiero ayudarte en lo que pueda, solo quiero que seas feliz. Haré lo que sea para verte sonreír. Quiero ayudarte a vivir.
-¿Amigo? -Era una palabra tan sencilla, pero no podía entenderlo por él.
Viktor vi...
Viktor fue recibido por una educadora de párvulo que lo saludo amorosamente presentándose como la tía Daniela.
- ¿Quién es ese perrito tan lindo?- le pregunto, Viktor le hizo algunas señas – Ooh ya veo se llama Makkachin, un gusto- le tomo la patita cuando el niño se la puso frente a ella. – Vamos Viktor, ¿quieres conocer a tus compañeros? – se levantó y lo tomo de la mano. Se encaminaron a su sala de clases.
- ¡Atención clase...orden! ...eso, les tengo que presentar a un nuevo compañero, él es Viktor Nikiforov, como saben todos somos personas especiales, así como Mila tiene un hermoso pelo rojo o a Alan le cuesta un poquito más leer a pesar de todos somos amigos ¿Verdad?
- ¡Siiiii!- respondieron todos al unísono.
- Bueno Viktor, no puede oír. Por eso si tienen algo que decirle, hablen un poco más lento, pueden utilizar la lengua de señas o decirme a mí, para yo decirle a su compañero. Está de más decir que lo integren y sean buenos amigos. – Mientras Viktor movía con euforia su manito saludando con su hermosa sonrisa de corazón.
Viktor pasó a sentarse en el centro de la sala, las mesas estaban distribuidas de manera semicircular para que todos pudieran ver a todos, a su lado había un niño algo gordito, y al otro lado había un niño rubio ojos verdes. La clase paso muy divertida para Viktor su momento más divertido fue cuando bailaron el congelado, porque un compañero no podía quedarse quieto y el salió vencedor y su parte no divertida en el día fue cuando llego la hora de aprender los números. De pronto todos se levantaron y salieron corriendo, cosa que lo espanto, la profesora que vio toda la confusión en su mirada se acercó y le explico que era hora del recreo. Lo llevo al patio junto a Makkachin y su colación, se sentó con el acompañándolo. La tía se excusó ya que la llamaban y el quedo solo, miro a los niños moverse, jugar y por primera vez sintió un pinchazo de pena y aunque no lo reconociera por ahora quizás el rechazo, solo sintió deseos de aferrarse a su peluche y hecho de menos a sus papas. De repente sintió un peso en la banca a su lado al levantar la cabeza vio que estaba el niño que perdió "el congelado".
- Hola – le movía la mano – me llamo Chitophe Gacometti, Chis pada ti- Viktor se dio cuenta que tenía unos ojos muy lindos y sabía algo de señas. - ¿quedes? – le ofreció de sus cereales- Viktor se emocionó eran sus favoritos y que su mami no le puso hoy, saco feliz y se los llevo a la boca, mientras apenas la cerraba tan llena que la tenía. Chris lo miro asombrado- vaya... ¿Qué comedé ahora? – digo resignado, Viktor se dio cuenta de lo que hizo mientras veía a su compañero que empezaba a hacer pucheros. Abrió su lonchera de caniches y saco una leche y galletitas integrales y se los puso en las manos.
A Chris le brillaron los ojitos y comenzó a comer feliz, la tía que venía de vuelta mira todo de lejos, supo que su pupilo estaría bien asique volvió a la sala antes de que el receso diera termino, después de compartir y quedar sobándose sus pancitas, el timbre sonó para dar aviso que debían entrar a clases, todos se fueron corriendo y Chris se paró de un salto y emprendió la carrera, pero al mirar al lado no vio a nadie, se detuvo y busco a Viktor, este estaba de pie mirándolo abrazado al perro, Chris volvió sobre sus pasos.
- Vamos, hay que volver a la sala de clases- lo tomo de su mano y corrieron, riendo. Viktor tenía un amigo.
El termino del día llego y todos los padres estaban retirando a sus hijos, la tía estaba terminando de hablar con los padres de uno de ellos cuando vio a los señores Nikiforov, a Viktor le faltaba un poco para salir asique fue a hablar con ellos.
- Buenas tardes, señores ¿Podría hablar un momento con ustedes? – noto como la cara de ambos cambiaba a una de preocupación.
- Sí, claro ¿paso algo con Viktor?- Tanya respondió nerviosa.
- Nada malo, al contrario hoy Viktor tuvo un desempeño impecable- vio el alivio inmediato- es más, gano un baile que realizamos y compartió el recreo con un compañero, aunque hay veces que a los demás niños se les olvida su condición y le hablan por la espalda o correr sin explicarles las cosas, pero sin mala intención.
- Claro, entendemos- sonrió Alexei. En eso se dieron cuenta que Viktor venia saliendo de la mano con otro niño, y apenas los vio corrió, Alexei lo tomo en sus brazos recibiendo un beso gordo por parte del pequeño. Y luego Tanya.
- ¿Cómo estuvo tu día bebe? – Viktor les mostro su estrellita que estaba en su polera y lo coronaba como campeón. - Wow que hermosa, hijo, felicidades.
Tanya vio que el niño que venía con su hijo estaba parado al lado de la tía. -¿Y quién es él? – Chris se escondió detrás de la tía, pero Viktor que bajo de los brazos de su papa, ahora lo tiraba para saliera y lo logro. Lo llevo frente a ellos y lo presento.
- Hola Chris yo soy Tanya y el Alexei los padres de Viktor, un placer conocerte.
- Hola Señora Taya, soy Chis un placher conocerles. – Les regalo una sonrisa radiante y Alexei un apretón de mano.- los adultos escondieron la risa tras una tos, ahora sabían por que se llevaban tan bien con Viktor.
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