Capítulo cuatro: Yuri Plisetsky

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Aclaración: lo que aparezca dentro de << >> es comunicación en señas

Viktor estaba muy feliz en el jardín, su amistad con Christophe se iba cimentando mucho más, siempre lo compartían todo, se juntaban a jugar en la casa de alguno, Chris había avanzado como ningún otro compañero en la asignatura de Lengua de Señas ...

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Viktor estaba muy feliz en el jardín, su amistad con Christophe se iba cimentando mucho más, siempre lo compartían todo, se juntaban a jugar en la casa de alguno, Chris había avanzado como ningún otro compañero en la asignatura de Lengua de Señas Rusa.

El día sábado Viktor se levantó de un brinco, saludo a su Maka, y bajo feliz las escaleras, hoy irían a pasear al parque con sus padres y Chris. Pero jamás se imaginó ver esa escena, su tía Yulia llorando mientras su mami la abrazaba y su papi caminaba de un lado para otro agitando las manos, no escuchaba pero sabía que estaba mal. Su abuela Lilia se dio cuenta de su presencia y se encaminó a él tomándolo en sus brazos, su tía se giró limpiándose las lágrimas y su papi le dio una sonrisa pero él sabía que no era sincero.

- Vitya, querido hoy irás al parque conmigo y el abuelo Yakov ¿bien? – Viktor miró extrañados a sus padres pero antes de hacer algo siquiera se estaban yendo a buscar a Chris.

- Vitya, querido hoy irás al parque conmigo y el abuelo Yakov ¿bien? – Viktor miró extrañados a sus padres pero antes de hacer algo siquiera se estaban yendo a buscar a Chris

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Ya en el parque Viktor aún estaba algo inquieto por lo que vio.

<<Tranquilo Vitya, ¿seguro no es nada malo?>> - Chris trataba de animarlo mientras lanzaban pan a la laguna para alimentar a las carpas.

<< Pero, ¿Por qué tía Yulia lloraría?>>

<<No sé>> - se encogió de hombros <<cosas de adultos, son tan extraños se enojan por cosas insignificantes, mi mami lo llama estrés pero para mí es una pérdida de tiempo>>

Ambos siguieron con lo suyo pero para el niño no pasó desapercibido el aura de pena que envolvía a sus abuelitos, incluso alcanzo a notar como Abuela Lilia se secaba discretamente una lágrima.

La vida es sabia, Dios es sabio y jamás te darán una prueba sin antes darte el valor para afrontarlo aun así no seas capaz de notarlo, además todas las personas que vivían con alguna limitación desarrollaban otros sentidos, si tenías problemas de visión, tu oído podía percibir mejor sonidos, si no te podías mover mucho, podías desarrollar una mente brillante, y a Viktor le faltaba la audición, y aunque no podía escuchar, conocía mejor que nadie una de las bellas melodías que es el silencio y gracias a esto era muy perspicaz, veía todo y más, podía escanear a las personas frente a él casi sin problemas.

El Niño SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora