-Yo... y tu Viktor... ¿podemos ser amigos?
Quiero ayudarte en lo que pueda, solo quiero que seas feliz. Haré lo que sea para verte sonreír. Quiero ayudarte a vivir.
-¿Amigo? -Era una palabra tan sencilla, pero no podía entenderlo por él.
Viktor vi...
Aclaración: Viktor maneja el Ruso e Inglés y sus respectivos Lenguaje de Señas.
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Viktor estaba nervioso, mañana volvería al colegio después de casi cuatro años, pero los más nerviosos eran los padres aunque no lo dejaban ver, estaban aterrados, nada les aseguraba que su niño no volvería a pasar por algo como fue su experiencia pasada.
Alexei se giraba en la cama sin dormir.
- Mi amor, deberías tratar de dormir
- Perdón ¿te desperté? – Tanya prendió su lámpara y se sentó en la cama mientras Alex hacia lo mismo.
- No, la verdad yo tampoco puedo dormir, estoy muy ansiosa por mañana.
Alexei suspiro mientras se pasaba la mano por el cabello – la verdad es que estoy aterrado, aún viene a mí la imagen de cuando lo fuimos a buscar al colegio esa tarde. Y... - no pudo terminar. Tanya se acomodó entre los brazos de su esposo y apoyó su cabeza en el pecho.
- Tenemos que creer que será distinto, que encontrara otro Chris, y estar para él como siempre. Además Yuri es de temer.
- Si... deberíamos dormir- le dio un beso en la coronilla- te amo, me has dado una hermosa familia.
- Jajaja también te amo y también te agradezco por el hermoso hijo que tenemos. – Tanya se volvió a acostar pero Alexei fue a chequear el cuarto de Viktor, al entrar su hijo dormía, Makkachin se despertó pero guardó silencio, Alexei contempló el uniforme para luego acercarse y darle mimos al perro y arropar mejor al niño, le besó con delicadeza la frente y salió.
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Viktor se vistió y se vio al espejo, su uniforme constaba de pantalón negro al igual que los zapatos, camisa blanca, corbata azul y suéter amarillo, le permitieron mantener el cabello largo pero en algunas clases debía amarrarlo como por ejemplo al utilizar el laboratorio, tomo su mochila y bajó saltando con Makka siguiéndolo, sus padres ya se encontraban ahí y ambos lo quedaron mirando, Tanya se giró antes de que su hijo notara su emoción. Después del desayuno pasaron a buscar a Yuri para dirigirse al colegio. Yuri iba nervioso pero no por él, miraba de reojo a su primo que parecía el más tranquilo con la situación. Al ingresar al colegio los padres veían como una vez más su hijo salía a la vida y vieron como ese niño se transformaba y la imagen de un Viktor pequeñito con un peluche de caniche ingresaba al colegio, Tanya se secó las lágrimas ya sabrían qué tal el día.
