Capítulo veinticinco: mes y medio después.

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Todos estaba en pequeños grupos en el salón, esperando que él profesor llegara. Había pasado un mes y pico desde que los Nikiforov y Plisetsky se habían largado, y nadie sabía de ellos. Emil solo respondía de manera pobre y dejando más dudas. Yuuri estaba apoyado en el pizarrón con Phichit y Otabek viendo sus Instagram. Hasta que un chillido molesto les hizo levantar la vista.

Sin poder creerlo en la puerta estaban ambos rusos. Yuri tenía el pelo muy corto, Viktor por otra parte lo tenía mucho más corto, pasaba por poco la altura de los hombros.

-¡Emil, ya no saludas hombre! – hablo el menor, mientras Emil se acercaba toda sonrisas. Le dio la mano y palmeó a Yuri para continuar con Viktor.

-¿Cómo están? Ya estaba creyendo que no volverían. –

<<Y por poco fue así>> Viktor sonreía, el checo ya manejaba las señas asique se las arreglaba bastante bien. <<Pero, aquí estamos... ¿Cómo estás?>>

- Muy bien – Emil volvió a buscar algo a su mochila – toma, feliz cumpleaños.

Viktor estaba sorprendido, su sonrisa cambio y abrazó feliz a Emil, paso a abrir el regalo.

- Menos mal que me avisaste que hoy te vería. – continuo

Viktor término de abrirlo, Yuri sostuvo el bolso y ambos comenzaron a sonreír. Era un estuche para su Macbook con diseño de libro antiguo. <<Me encanta, muchas gracias>> lo abrazo. Cabe decir que en todo este tiempo ambos rusos habían ignorado a todos los demás.

-Yo estoy de cumpleaños en Marzo – dijo Yuri. Viktor blanqueo los ojos y Emil río.

Sala estaba pálida desde su lugar donde hace poco estaba con un chico pero Viktor paso la vista por el salón como si lo que viera fuera muebles y no personas.

Yuuri tenía retorcijones, ya no sabía cómo mirarlo, se notaba que había cambiado y para mal. Su mirada apagada, seria. Solo brilló cuando vio el regalo pero luego volvió a pagarse. No hubo ninguna expresión cuando se fijó en Sala, en él y en todas las que se acercaron a él, sonreía por cortesía a las niñas pero en las comisuras de sus labios se leía claramente "falso". Además que estaba muy pálido, en Japón estaba bronceándose pero ahora ambos eran casi fantasmales. Yuri era otra cosa y no sabía cuál le producía más impresión y miedo, este sonreía genuinamente a Emil, ya no tenía el ceño fruncido y listo para golpear a cualquiera. Más cuando también recorría el salón no mostraba expresión como si ahí no hubiera nadie, y al acercarse las niñas solo guardaba silencio apacible.

Yuri se dispuso a retirarse sino no llegaría al salón, Viktor se giró de espalda a ellos y se comunicaron en ruso. Luego caminó con elegancia y serio a sentarse, Phichit llamó su atención este se detuvo lo miró le hizo un movimiento con la cabeza y pasó a sentarse.

Yuuri sintió como se apretaba su pecho casi ahogándolo   ¿Pero que hemos hecho? ¿Qué te hice?

Yuuri sintió como se apretaba su pecho casi ahogándolo   ¿Pero que hemos hecho? ¿Qué te hice?

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El Niño SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora