Capítulo treinta y siete: Eros - Yuuri On Ice

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La puerta se cerró y comenzó a elevarse – ¿Qué pasa Yuri? – Yuuri lo miraba más el menor mantuvo la mirada fija en la ventana por varios minutos, Yuuri iba a dejarlo y el menor hablo.

- ¿Qué sientes por Vitya? – solo fue un tono bajo y no había nada de la exigencia que siempre marcaba su voz, no había nada, solo quizás algo lastimero.

- Me gusta – iba a ser claro y sincero

- ¿Por qué? ¿Qué cambio? ¿Cómo pasaste del asco al amor?

A Yuuri le dolió la verdad – no lo sé, solo entro en mi corazón como si fuera su casa. Yuri se lo que hice y vivire arrepentido por eso pero te soy sincero que él me gusta y mucho, hace mucho. ¿Yuri? – continuo porque este ni siquiera lo miro, mas sus hombros comenzaron a temblar e impresionado vio cómo lloraba en silencio. Yuuri quiso acercarse pero fue separado por un manotazo

- Tres años antes de viajar a Japón, Viktor era un excelente patinador pero sus compañeros lo odiaron – tomó aire- los golpearon a Viktor y Chris un día, rompieron los patines de Viktor y le cortaron todo su pelo después de arrastrarlo, hicieron que Chris viera todo sin poder hacer nada, pero no fue el único yo también lo vi pero era un niño y no pude hacer nada. Entre a karate y me prometí que nadie lo golpearía. Viktor se encerró por tres años en casa y solo leyó libros. Años después me encontré a el tipo y no había nada de arrepentimiento, si nos por el tío Alex lo hubiese molido a golpes. Pero eso nunca me dio ninguna satisfacción – Yuuri estaba mal era todo muy malo – Japón era una esperanza para comenzar de cero pero... - Yuri no tuvo que terminar para que el otro entendiera y se avergonzó.

- Yuri, yo...

- Por favor, te lo suplico no juegues con él, esta familia ya ha sufrido mucho, no soportaremos otro golpe.

Yuuri lo miro directo a los ojos – te juro que siempre, si él me lo permite, lo voy a cuidar, yo lo quiero. Créeme y si lo hago llorar sé que me encontraras.

Ambos rieron, Yuri se serenó – Más te vale que así sea – la rueda se acercaba al piso, se acomodó el pelo y tomó aire – Cerdo si lo haces llorar, vas a desear estar muerto, pero no te daré ese beneficio – Yuuri trago supo que esa era la primera vez que la amenaza iba completamente enserio - ¡Ah! Y no te olvides... Viktor siempre será mío de una manera que jamás será tuyo. – le sonrió con superioridad se levantó y salió primero del juego.

Yuuri alejo la mirada de la ventana cuando sintió un leve golpecito << ¿estás bien? Te ves pensativo>>

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Yuuri alejo la mirada de la ventana cuando sintió un leve golpecito << ¿estás bien? Te ves pensativo>>

<<Si, solo pienso en ti>>

Viktor desvió la vista avergonzado y la fijo en el niño que dormía en sus brazos. Viktor noto que para él final del día Yura se había puesto muy extraño, quizás solo era cansancio, pidió subir con Yuuri y aunque no lo externalizo se puso muy nervioso. Al bajar Yuri ya lo esperaba y lo tomó de la mano para no soltarlo más. Podía ser muy volátil pero no era ningún estúpido cuando se trataba de su primo y algo le pasaba. Al bajar noto que había llorado y eso lo aterro, para todos pasó desapercibidos pero él sabía que cuando Yuri lloraba no quedaba con los ojos rojos o hinchados más el párpado inferior se notaba rosadito y eso era suficiente para saberlo. Busco respuestas en Yuuri pero este solo le sonrió, al salir del parque se aferró a él y sutilmente puso a Emil cerca.

El Niño SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora