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Samantha.




Tengo una sensación incomoda. Algo me lastima y siento como si sacaran algo de mi interior.

Un jalón.

Dos jalones,

Tres jalones.

Ya no siento nada.

Me remuevo confundida, hasta que una nueva sensación llega a mi cuerpo.

Esta vez es en mis piernas, siento las sabanas mojadas y no comprendo que rayos pasa. Desesperada, hago todo por despertarme definitivamente y lo primero que ven mis ojos son las sabanas teñidas de color escarlata en el área de mi entrepierna. La sangre baja por la cama y continúa dejando un rastro hasta llegar al suelo donde veo una silueta oscura de forma humana y femenina, arrodillada y golpeando algo en el suelo, o eso es lo que creo.

Me enderezo un poco mas para ver mejor que es esa cosa que se mueve como en las películas de terror, pero cuando me enderezo, una fuerte punzada me atraviesa en el área de mi vientre.

Tomo la orilla de la sabana y la arrojo a un lado, entonces veo mis piernas abiertas y en medio de ellas hay una especie de tripa. Estiro la mano y la tomo sin entender que rayos sucede, la reviso entre mis dedos, pero no comprendo que es ni por que me duele el cuerpo. Arrojo la tripa a un lado en el suelo y el movimiento llama la atención de la cosa semi humana en el suelo. gira rápidamente y puedo ver algo de la sombra moverse como si fuera su cabello.

—Mío —exclama como sedienta.

Vuelve a moverse dejando algo de la luz filtrarse en su dirección.

—¿Qué? —pregunto aturdida.

—Mío.

No comprendo de lo que habla... hasta que un flashazo viene a mi mente como un recuerdo golpeándome con fuerza. Todo lo que veo es un vientre abultado... mi vientre... pero mi vientre ya no luce así.

Sigo con la mirada el rastro de sangre que sale de mi entrepierna hasta llegar a donde se encuentra esa extraña cosa en el suelo, parece ser una mujer.

Ella, o esa cosa, se mueve y la luz que se filtra por la ventana pega por completo en el lugar donde se encontraba... y lo que veo me aterroriza.

En el suelo esta lo que queda de algo que ha sido despedazado. No sé qué es, no logro darle forma, solo sé que lo único que identifico son algunos pedazos de carne. La silueta comienza poco a poco a tomar mas la forma de una mujer, que en su mano sostiene unas tijeras.

—Mío —repite.

La observo y noto su ropa llena de sangre al igual que sus manos y sus brazos, sus ojos verdes observándome.

—Derek —pronuncio medio susurrando y estirando mi brazo para tocar el suyo y moverlo ligeramente sin dejar de mirar a la mujer que tengo en frente.

—MÍ-O.

—Derek —pronuncio de nuevo, pero no responde.

La mujer se mueve rápidamente, toma la carne esparcida por el suelo y la reúne con sus manos, después la arroja a mi cara y los restos de lo que fuera eso quedan esparcidos por toda la cama.

Carpe Diem III [Saga CARPE DIEM 3] *SIN EDITAR*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora