8.

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Suspiro y me pongo de pie mirando a todas las chicas que se han quedado conmigo. Coloco mis manos sobre mi cadera y contemplo mis posibilidades, aunque, a decir verdad, no tengo muchas. Por una parte, Edward tiene mucha razón, ahora ellas son las novias de los futuros jefes de los carteles más poderosos y más peligrosos, que heredaran a la muerte de sus padres y, aunque no me concierne a mí, sería de mucha ayuda que aprendieran como manejar las armas y como defenderse, dada la situación en la que nos encontramos. Creo que ellos estarían más tranquilos sabiendo que, si algo llega a pasar, sus novias también pueden defenderse.

Suspiro y paso una de mis manos por mi cabello para retirar algunos mechones y hacerlos hacia atrás. Después las miro.

—Muy bien, en vista de que no tengo nada más entretenido que hacer, —les digo con sarcasmo— voy a ... —hago una pausa buscando la palabra que mejor describa la situación— "entrenarlas" en la que pronto se convertirá en su vida.

Todas me miran y Beka se acerca un poco más, después continuo:

—Veamos, ¿Qué es lo más básico que les puedo enseñar? —pregunto más para mí que para ellas.

—Las armas. —comenta Aleena mirando de nuevo la televisión.

—Buen punto. —señalo y después las miro— Todas han visto un arma, ¿no? —se miran unas a otras y luego asienten— Bien, ¿Cuántas de ustedes saben disparar una? —solo Aleena levanta la mano— Puff, esto va a ser mas complicado de lo que pensé.

Miro a mi alrededor en mi departamento, buscando un lugar en donde les pueda enseñar a disparar. Después me acuerdo de que ninguna de ellas sabe como hacerlo, mas que Aleena, y entonces se me pasa.

—Olvídenlo, comenzaremos con lo básico; limpiar y cargar un arma.

Doy media vuelta y me marcho a mi estudio, cojo una caja con armas y regreso arrastrándola a la sala.

—Muy bien. —las llamo a todas al tiempo en que abro la caja y selecciono las armas, escojo cinco Glock's 17 de 9mm, cierro la caja y las pongo sobre la tapa— Vengan, les explicare lo básico. —todas las chicas se acercan, incluyendo a Aleena, quien apaga el televisor antes de unirse con nosotras— De acuerdo, estas son Glock's 17 de 9mm, son armas muy conocidas y de las más comunes, las usan tanto la policía como el ejército y son fáciles de conseguir —tomo una de las armas— les enseñare con estas porque son de las armas semiautomáticas más fáciles de usar, más básicas y más confiables. Primero que nada, les voy a enseñar como desarmarlas, cuando los chicos vuelvan les pediré que nos lleven afuera para enseñarles a disparar, quizás antes si logro convencer a los hombres de seguridad que nos dejen salir o que nos acompañen.

—¿Cómo que convencer? —pregunta Lay.

Yo la miro.

—Sí, conociéndolos seguro dejaron hombres en la entrada para asegurarse de que no los siguiera y lo mas probable es que les dejaran ordenes de que no nos dejaran salir bajo ninguna circunstancia. —le digo como si fuera obvio, y es que en realidad lo es— En fin, —continuo— tomen todas un arma. Tres de las cinco armas están cargadas, y las otras dos no. Rolen las armas entre ustedes y traten de identificar cual esta cargada y cual no. —todas observan las armas realmente concentradas y tratan de tantear su peso usando sus manos— La primer regla al manejar un arma es aprender a identificar el peso de un arma cargada a la de una que no lo está. Es importante que lo sepan, en ocasiones, la situación te demanda que tomes un arma rápido, si no sabes identificar el peso de un arma cargada y de una que no lo está demorarías más tiempo revisando el cargador y la cámara.

Carpe Diem III [Saga CARPE DIEM 3] *SIN EDITAR*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora