Culiao Pesao

Capítulo uno

Casandra

Yo creo que nunca se me pasó por la cabeza el irme a vivir con la mejor amiga de mi mamá, pero aquí estoy, terminando de cerrar el último bolso pa' luego irnos a la casa de la tía Juli.

—¡Ya po', Casandra!—Gritó mi mamá desde la puerta del departamento.—Deja de andar fantaseando y apúrate, faltai tú nomás.

Tanto que alega esta señora.

Tomé el bolso que me quedaba y me lo llevé como pude al hombro pa' después salir e ir donde estaba mi mamita.

—¿Es el último?—Preguntó con cierta melancolía. Igual la entiendo, no es fácil dejar el lugar donde hay vivido toda tu vida.

—Sip.

Mi mamita entró y le dio una última revisada al departamento, asegurándose que en verdad no se nos quedaba nada.

—Listo.—Suspiró y cerró la puerta con llave, para luego mirarme con cierta penita.—¿Estai lista pa' nuestra nueva vida, Cassy?

Asentí solo para darle tranquilidad, pero la verdad es que tenía cualquier miedo de lo que podía llegar a pasar; en especial porque la vida se ha encargao' de dejarme claro que no encajo tan rápido con la gente.

Con mi mamita bajamos por el ascensor hasta el estacionamiento, y cuando llegamos metí el bolso al auto que nos había prestado la tía Juli pa' que nos fuéramos y mi mamá llevara la cosas de a poquito.

—Menos mal que nos vamos, porque ya no soportaba al perro culiao de la vieja de al lao'.—Reclamó mi mamita, mientras se ponía el cinturón de seguridad.

Me reí.—Era terrible pesao'.

Mi mamá puso en marcha el auto y me despedí mentalmente una última vez del departamento que tenía toda mi infancia, una gran parte de la vida de mi mamá y el recuerdo de quienes ya no estaban con nosotras.

—¿Casandra?

—¿Mamá?—La miré divertida al ver cómo había preguntado por mi nombre.

—Me repites las reglitas que pusimos ahora que vamos a vivir con la Juli.

—Sí, señora.—Asentí y empecé a numerar con mis deditos.—Sin sustancias ilegales,—Dije y mi mamá asintió sin dejar de mirar hacia el frente.—Sin alcohol, porque no nos llevamos muy bien.—Recordé el año nuevo, que casi me dejó con un coma etílico.—Recordar siempre que no es mi casa.

—Sin ser antipática con la tía Juli y el Brunito.

—Sin ser pesa' con la tía y su hijito.—Repetí con otras palabras lo que me dijo mi mamita.—Entendido, mi señora.

A la mitad del camino me llegó un mensaje de "buen viaje" de mi mejor amiga, la Antonia. En realidad, es la única amiga que tengo. Nos conocimos por internet, porque nos pusimos a pelear en los comentarios de una publicación de una página de memes. Ella vive en la playa, bien cerquita de donde la tía Juli, así que es una de las cosas que más emocionada me tiene de irme a vivir pa' allá.

Iba hablando de lo más bien con mi mamá, pero a la mitad del camino me quedé raja dormida.

꩜ ꩜ ꩜

—Cassy...—Escuché un susurró súper gentil.—Despierta, mi niña.

Esa no es mi mamá.

—Casandra, despierta.—Ahí estaba la voz de mi mamá que, más encima, me movió terrible fuerte para despertarme.

Casi se me rompe el cuello.