Dos semanas después...
BrunoPrimero lo primero.
Hoy me levanté más temprano que todas en la casa, porque a las diez tengo que ir a jugar un partido con el Pablo. El hueón le apostó plata a otro de nuestros amigos y no quiere perder.
Parece que va en la amistad lo de las apuestas.
—¿Mamá?—La voz de la Casandra me hizo salir de mis pensamientos y eso me llevó a recordar otro punto que ha estado dando vueltas en mi cabeza.
—¿Qué, hija?—Le pregunto con voz aguda.
Ella llegó con emoción a la cocina, pero al verme hizo una mueca.—Andai chistoso.
Sonreí.—Soy chistoso.
Para ser sincero, no me agrada pa' nada la idea de que la Casandra salga con el Felipe, ¿Por qué? Porque el hueón es como el hoyo y quiero mis veinte lucas.
—¿Qué hací despierta tan temprano?—Fruncí el ceño y ladee la cabeza cuando caché que estaba tomándose mi jugo.—Tú mamá dijo que erai una floja culiá y dormiai hasta las cinco de la tarde.
Bueno, no lo dijo taaaaan así, pero hay veces que exagerar un poquito las cosas puede resultar entretenido, sobre todo con la Casandra.
—Pensé que erai más inteligente.—Sonrió falsamente y apuntó el vaso.—Tenía sed.
—¿Estai con el Felipe?
La Casandra se ahogó con el jugo y empezó a toser.—No.
Asentí serio.—No creo que sea bueno que salgai con él.
Frunció el ceño y me habló toda chora.—¿Por qué?
Chora al peo si po'.
—Ya, pero pa' que te detonai, chihuahua frustra'.—Me miró mal y negó con la cabeza.—Te advierto nomás.
—¿Qué cosa?
—El loco no es como se pinta.
—¿Y tú sí?—Me miró con una ceja alzada.
—No sé,—Me tomé el último cachito de jugo que quedaba en el vaso.—Tú dime, que viví conmigo en la misma casa.
—El Felipe me dijo...—La interrumpí.
—El Felipe no es muy distinto de lo que te dijo de mí, Casandra.—Me encogí de hombros y sonreí a boca cerrada.—Dicen por ahí que lo que más te molesta de alguien es una proyección de ti mismo.
—Erí...—Entrecerró los ojos.—Erí un...
—¿Un?
Resopló molesta.—Arrogante, estúpido...
—Cuidado con decir tantas palabrotas, que te reta tu mamá.—Sonreí divertido, porque me gusta cuando la Casandra se enoja.
—Te odio.
Asentí.—Es mutuo.
—¿Sabí cuánto desearía no haberte conocido nunca?—Se acercó a mí y me apuntó con el índice.
—Espera, que voy a llorar.—Le dije con ironía.—Listo, fue un llanto interno la verdad, porque me paso por donde no me llega el sol las hueás que me decí.
Tomé mi mochila y me la colgué en el hombro, mientras la Casandra me miraba molesta.
Antes de salir de la casa la miré y sonreí.—Chao, chihuahua.

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Culiao Pesao
Teen Fiction𓂃⟡ ୨CHILENSIS୧ ⟡𓂃 Los problemas de la Casandra no empezaron cuando se fue a vivir a la playa con la mejor amiga de su mamá, pero sí empeoraron cuando conoció al Bruno; un mino antipático con el que tendrá que convivir a diario en la casa. ╭──────...