Capítulo 1. Antes de la tormenta

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Era una noche lluviosa, las calles reflejaban las luces de los faroles que iban en una hilera, entre árboles y postes de luz.

Toda la tarde se habían juntado los nubarrones con estruendosos choques eléctricos. El viento rugía furioso y hacia que los árboles se inclinaran a su paso, los transeúntes habituales cruzaban las aceras con gruesos abrigos y paraguas, inclinándose ante el peligro de que se voltearan y se vieran expuestos a la feroz tormenta.

Hubiese querido otro tipo de clima, la humedad hace cosas raras con los instrumentos, especialmente los de madera.

Otro fabuloso concierto había terminado, entre aplausos y porras, él y la banda se inclinaron frente al público y habían salido del escenario dejando tras ellos un éxtasis total. En el vestíbulo se pusieron de acuerdo para ir juntos al hotel donde se hospedaban y guardaron los instrumentos con esmero, luego cada quien se fue a su vestidor.
Se miró al espejo con brillantes luces alrededor, tenía una sonrisa dibujada en el rostro y un poco de sudor rodando por la frente, se sentía sumamente satisfecho. Se limpió la cara con un pañuelo y resolvió llegar al hotel, pedir algún refrigerio, tomar un baño e ir a dormir.

A fuera se encontró con todos, refugiados bajo un escaso techo esperando a que llegara el transporte.

-¡Lo hicieron bien chicos!- dijo con singular ánimo.

-Tu también David, bien hecho a todos- dijo Fergus, hombre alto y delgado de melena abundante y larga, pero no tanto como la de su amigo violinista.

-¿Creen que tarde mucho? Se me está mojando la gabardina- pregunto Matt con las manos en los bolsillos.

-No, dijeron que vendrían por nosotros a las once,-Jack consulto el reloj- aun faltan quince minutos.

-Juro que cuando salimos eran las once menos cinco.- repuso Joshka.

-No se preocupen tanto, ya vienen.- Jorian señaló dos faros que se acercaban por la avenida.

-¡En horabuena! Empiezo a escurrir.- se alegró Matt.

El auto se aparcó enfrente de ellos, pero la acera era demasiado larga entre ellos y la limusina. Para su suerte, la puerta delantera se abrió y un paraguas emergió de adentro.
El conductor, con su traje formal, se aproximó a ellos, pisando de cuando en cuando algún charco.

-Buenas noches caballeros- saludó con una amplia sonrisa.

-Buena noches- contestaron al unísono.

Acto seguido, uno a uno fueron llevados bajo el paraguas a la puerta de atrás y se acomodaron. El vehículo se encendió y comenzó a andar entre el tráfico nocturno.

-¡Estoy exhausto!- dijo el baterista estirándose en el asiento y soltando un bostezo que contagió los demás-Pero vale la pena.

El día había comenzado muy temprano, a las 6 en punto, después del desayuno el ensayo, la comida y el concierto.

-Pero vale la pena, muy cierto- repitió Fergus.

-Solo tomaré un baño y un refrigerio ¡y a dormir!- dijo David contando el plan que había montado en el vestuario.

-yo paso de eso, solo me meteré a la cama y ya.- rio Jorian.

- Concuerdo contigo- asintió Joshka.

El resto del camino se la pasaron intercambiando bromas entre ellos y con el chofer. Llegando al hotel todos bajaron y se despidieron fraternalmente del conductor.

Entraron y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
David entró en la suya después de despedirse en el pasillo, estaba realmente cansado, se quitó la botas y se fue descalzo al baño, abrió la regadera y esperó a que el agua se calentara lo suficiente, se quitó la ropa y se metió bajo el chorro mientras tarareaba la última interpretación del concierto.

Al salir, tomó una toalla y se sacudió con ella el cabello rubio, se envolvió en una bata y se dirigió al dormitorio.
Llamó al servicio a la habitación y pidió un plato de fruta picada y agua mineral. Una pizza hubiera sido la preferida, pero era mejor algo ligero.
Se vistió con la pijama y luego de un rato recibió la bandeja con su orden, se sentó en una mesita a consumir.

Antes de terminar el plato de fruta se dirigió al teléfono, marcó de larga distancia, esperó y le contestaron en la otra línea.

-¿Hola, Mamá?

Canto de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora