Capitulo 15. Sin descanso

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Eran aproximadamente las 10:30 de la mañana, David seguía durmiendo plácidamente, había un profundo silencio, una nube de tranquilidad flotaba en la habitación, todo era serenidad.

Abruptamente un ruido estridente hizo sobresaltar al apuesto violinista. Se sentó de golpe en la cama y buscó el origen, su teléfono móvil junto a él entre las sábanas .

- Bueno, bueno.

- ¿Hijo? David ¿Está todo bien?

- ¡Papá, eh!- terminó de despertar- si, todo bien ¿Por qué la pregunta?

- Por la sarta de mentiras que hoy hay en el periódico.

- ¿De qué hablas? ¿Qué periódico?

- Aquí dice que anoche cancelaste a mitad del concierto por que estabas pasado de copas. Incluso hay fotos de como te están subiendo a un auto compacto.

David quedó petrificado.

- Hijo ¿Qué pasó en verdad? Porque no creo de esto ni una sola palabra.

- Te lo diré, pero no quiero que se preocupen.

- De acuerdo.
- Anoche me sentí muy mal, me desmayé por agotamiento y los chicos me llevaron al hotel en un auto.

Un sonido desaprobatorio se escuchó por el auricular.

- Lo se, lo se. Ya no vuelve a pasar. Disculpen si los preocupé al ver esa noticia.

- Cuidate mucho hijo, te amamos y queremos que estés bien. Te llamo después.

- Yo también los amo. Hasta luego- dijo y la llamada se interrumpió.

Se levantó de la cama y se duchó, el descanso le había sentado bien, aunque aun tenía algunos síntomas. Se vistió y llamó al móvil de Matt.

- Buenos días Matt.

- Dave ¿Cómo te sientes?

- Mucho mejor. Oye ¿Estás con los chicos?

- Si, estamos en el comedor.

- Mi padre me acaba de llamar por una noticia en el periódico.

- Esa tontería, no queríamos que te entraras hasta que estuvieras mejor.

- Gracias, pero tenemos que hacer algo.
- Joshka llamó a Carolina esta mañana, y ella se ofreció a ayudarnos.

- Cero y van tres ¿En qué quedaron?

- En que la entrevista se haga esta tarde y se imprima mañana para el ejemplar de este mes ¿Estás deacuerdo?

- Claro que si ¿En dónde va a ser?

- De eso no hablamos, pero no creo que te haga viajar.

- Los veo abajo- colgó y fue a reunirse con ellos.

David encontró a sus amigos, con la página del periódico en medio de la mesa, aun no habían ordenado nada.

Decidieron ignorar la nefasta página y continuar con su desayuno de la forma más positiva posible. Cuando no pudieron permanecer en el comedor se pasaron a la terraza.

Conversaron un buen rato, divagando acerca de los temas que se tratarían en la entrevista, cuando salió el tema de las vacaciones. Y como nadie conocía el lugar no podían ponerse deacuerdo.

-Será mejor que vayamos a la sala de conciertos por nuestros instrumentos. Ayer no nos dio tiempo de nada- dijo Jack.

-Tienen razón, lo había olvidado por completo- dijo David.

-Vamos a pedir en recepción que nos manden un auto para cargar con los instrumentos- se ofreció Matt.

- El problema va a ser la batería, es demasiado grande- advirtió su dueño.

- Te lo dijimos- comenzó a decir Fergus- debiste de haber traído un par de maracas.

Las risotadas se escucharon por toda la terraza. Su buen ánimo y positivismo contagiaron a todos los demás huéspedes que estaban allí y el ambiente se llenó de alegría. Risas que causaban mas risas.

En otra parte de la ciudad, Beatriz buscaba y rebuscaba en su armario, volaban blusas, vestidos, pantalones, accesorios y demás con la famosa y conocida pregunta; ¿Qué me voy a poner?. Se probó todas las prendas y las combinaciones habidas y por haber.  Al final se decidió por las primeras prendas que se había probado, agregó un par de zapatos, unos accesorios y listo.

Todo tenía que ser perfecto, porque el momento iba a ser perfecto. Tanto había soñado con ese momento dorado y ahora se hacia realidad.

Las horas le parecían eternas, los segundos pasaban lentamente, Carolina había quedado de pasar por ella a las 4.

El timbre sonó, una, dos, tres veces. Beatriz bajó corriendo las escaleras, y abrió la puerta, hizo pasar a Carolina.

- Buenas tardes cariño- saludó Beatriz, estaba radiante.

- Buenas tardes Betty ¿Lista para la entrevista?- dijo Carolina, se sentó en una silla y un simpático gatito se le acercó ronroneando.

- Si- luego se dirigió al gatito- Bigotes, voy a salir un rato, te portas bien.

- ¡En marcha!

Canto de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora