Capítulo 22. Perder una baralla no es perde la guerra

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-¡Nuestra siguiente parada, damas y caballeros, es el bar Bohemio, famoso por su extensa variedad de bebidas y hogar del licor de cereza, único en el mundo!- pronunció con energía el guía, lo que provocó que el momento entre la periodista y el violinista se rompiera en mil pedazos irremediablemente.

-¡Ay, que cosas pasan!- dijo Carolina separándose de David- ya llegamos al siguiente bar.

-Si, si. Mejor vamos con los demás.

Se reunieron en una mesa grande, con varios de los turistas con los que habían hecho plática en el camino. En medio se encontraba una pista de baile en la que ya se encontraban parejas de todos los tipos.

-Nosotros vamos por la primera ronda- se ofreció Matt de pie a un lado de David y tomándolo de un brazo lo condujo hasta la barra- ¿Qué fue eso entre Carolina y tú?
-Ahora no Matt, por favor- dijo disgustado pensando que iba a burlarse.

-No lo pregunto por molestarte, yo se que desde el principio ella te causó una gran impresión. Además es muy bella, agradable y nos ha sacado de apuros más de una vez.

-Por favor, sabes que no tengo otro amor más que la música. Y mi prioridad ahora no es tener una relación. Tenemos planes, viajes, conciertos...

-Creo que me estoy explicando mal.

-Yo creo que lo estás haciendo claramente- entonces se dio media vuelta para regresar a la mesa, pero Matt lo detuvo.

-No es malo que te enamores, tampoco que sea de Carolina. Solo no niegues tus sentimientos.

El barman sirvió sus copas con licor de cereza y las llevaron a la mesa, para su sorpresa Beatriz estaba contando una divertida anécdota a los demás, se había convertido en el alma de la fiesta. Y entre trago y trago surgieron algunos otros recuerdos graciosos entre los comensales desinhibidos por los efectos etílicos.

Una pegajosa canción comenzó a sonar, las parejas que habían tomado juntas el Moon tour salieron a la pista para mostrar sus mejores pasos. Joshka sacó a bailar a Beatriz y ella aceptó encantada de la vida.

Matt le dio un codazo a David por debajo de la mesa, y le señaló discretamente a Carolina.

-No voy a hacerlo. Tengo dos pies izquierdos y lo sabes.

-Al menos inténtalo, se van a morir de aburrimiento si solo se quedan viendo.

-De acuerdo, pero si algo pasa, es tu culpa.
Se puso de pie, respiró hondo y caminó hacia ella sintiendo como le temblaban las manos. << ¡Por favor David, tocas frente a miles de personas, y justo solo con una te pones nervioso! >>.

- Carolina...

- ¿Me concedería está pieza?- dijo otro cliente del bar antes que David pudiera terminar la frase.

Ella aceptó, y ante la vista de la banda se fue con su nuevo compañero de baile. David hizo como que iba mas lejos y fue hasta la barra. Desde allí contempló a Joshka con Beatriz y a una sonriente Periodista.

<< ¡A eso llamo yo mala suerte! >> Suspiró aceptando la derrota y pidió agua mineral al barman.

-¡Pero si es usted David Garrett!- una fan lo había descubierto y lo abrazaba fuertemente- ¡No lo creo! ¡No lo creo!

Canto de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora