-Hola, Carolina. Carolina. Despierta bella durmiente.
Carolina se había quedado en su escritorio redactando la entrevista. Israel la encontró a la mañana siguiente.
- ¿Qué?- se levantó la cara de entre sus brazos con algunas marcas rojas.
-¿Cómo es que puedes dormir encima del escritorio?
-Es mi don, mi maldición- bostezó mientras se llevaba la mano a su cuello a dolorido por la posición incómoda en la que se había quedado dormida.
- ¿Por qué te quedaste hasta tarde?
- Estaba redactando la entrevista, el jefe quería que saliera en la edición de este mes.
-Debería pagarte horas extras.
-Debería- bostezó de nuevo y estiró los brazos- Yo me voy a mi casa.
-¿Manejando?
- Ni modo que vuele- se levantó de la silla y cuando estaba a punto de salir, su teléfono de escritorio sonó.
Israel tomó la llamada.-Buenos días, redacción del D'Arte... Si... ¿Con quién desea hablar?... Está saliendo ahora mismo... Dígame... Si... Si... ¡Por supuesto! Yo se lo comunico... ¿De parte de quién?... Por nada.
-¿Quién llamó?-Numero equivocado.
*****
Después de que salió la nueva edición del D'Arte, la atención se centraba en el error garrafal que se había cometido en el artículo del día anterior. Los noticieros televisivos dieron toda la mañana información la entrevista escrita por Carolina Tovar.
Beatriz veía el noticiario desayunando en la barra de la cocina, una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro.
-¡Misión cumplida bigotes! Lo logramos- tomó la taza café y la levantó- ¡Salud!
El gatito ronroneó felizmente, intuyendo que algo muy bueno sucedía.
Fergus también miraba la TV acostado en la cama del hotel, se alegró por la fructífera entrevista y también porque ese artículo no había dañado su imagen.Un mensaje de Matt llegó a su móvil.
<<¿Estás viendo la TV?>>
<<Sí. Gracias a Dios y a Carolina que funcionó>>
<<No olvides la cita de hoy en la noche con esas hermosas mujeres.>>
Todos parecían estar alegres con la noticia, todos excepto un hombre, el autor, Iván Orozco, que pensó, sería una grandiosa oportunidad de sobresalir. Pero le había salido el tiro por la culata. Estaba enfurecido.
-¡Esa niña inexperta! – se levantó de la silla de su despacho- ¡Te declaro la guerra Carolina Tovar!
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Canto de lluvia
RomanceEl afamado violinista David Garrett, artista internacional y eterno soltero, junto con su banda de músicos y grandes amigos, están a punto de terminar una larga gira internacional en una pequeña ciudad con la intención de trabajar después el lanzami...