Capítulo 11. Contratiempos

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David lucía completamente fuera de lugar, y sus esfuerzos por disimularlo lo enfatizaban. Se tropezaba, olvidaba donde estaba el micrófono y en mas de una ocasión estuvo a punto de acabársele el escenario. Definitivamente hoy no era su día.

Cuando el intermedio llegó, la banda sintió un tremendo alivio.

-¿Pero que es lo que está pasando?- gritó Matt un tanto molesto una ves que salieron del escenario.

-No me... siento bien- dijo David y dejó su violín encima de un apartado de sonido para sostenerse.

-Se notó mucho que no te sientes bien, todo te pasó hoy...- comenzaba a decir Jorian cuando Fergus lo interrumpió.

-¿Tomaste las medicinas? ¿Dónde están?

David asintió con un movimiento de cabeza. Comenzaba a levantar el brazo para señalar hacia su vestidor cuando sintió un fuerte mareo y se desmayó frente a los integrantes de la banda y algunos del de staff.

Joshka alcanzó a agarrarlo antes de que cayera al suelo. Todos lo rodearon y lo ayudaron a llevarlo al vestuario, lo acomodaron en un sofá.

-¿Qué hacemos?- repetía Joahka alterado.

-Llamamos una ambulancia, no ha de tardar- intervino uno de los organizadores.

-Si alguno no se opone, tendremos que cancelar el concierto- sentenció Fergus.

- Yo saldré a informar- dijo Matt y se encaminó a la puerta.

-Espera, primero tenemos que calmarnos. Hay que pensar lo que les vamos a decir, aun no sabemos que le pasa a Dave- Fergus prosiguió mas tranquilo- En cuanto vean que llega una ambulancia van a empezar a especular y no queremos que suceda eso. No le damos ese tipo de notas a la prensa.

-Tenemos un pequeño problema- anunció uno de los organizadores entrando al vestidor.

Afuera, la historia era otra. Carolina estaba discutiendo acaloradamente con un guardia de seguridad.

-¿Pero por qué no puedo hablar con él?

-En estos momentos no se puede señorita.

-Mire- le mostró de mala gana el gafete y el acuerdo de la entrevista- todo está en regla, esta entrevista estaba acordada desde hace más de un mes.

-Pero señorita, él no...

-¡Ay, por favor!

En eso estaban cuando salió Fergus al pasillo, para hablar con la prensa. Se topó con los ojos almendrados.

-¿Carolina?

-¿Fergus?

-Mil disculpas, pero es que la señorita...

-¿Por qué no puedo hacer la entrevista?

-Bueno, es algo complicado. En estos momentos David está indispuesto.

-¿Qué pasó?- dijo viendo la cara de preocupación de Fergus.

-No es nada- mintió.

De pronto entraron apresurados los paramédicos con la camilla, ella se limitó a verlo de forma inquisitiva. Ambos entraron, el guardia de seguridad ya no le impidió el paso.

- No te preocupes que no diré nada de eso, nosotros no damos ese tipo de notas.

-¡Uff! Menos mal.

Cuando entraron, los paramédicos ya lo estaban revisando, todos guardaban silencio y esperaban el primer diagnóstico. La tensión era tanta en la habitación, que casi se podía tocar.

- ¿Notaron algo extraño en él?

-Si, hoy estaba muy distraído. Se tropezó varias veces, olvidaba donde estaba el micrófono- contestó Joshka.

- ¿Ha estado enfermo recientemente? ¿Les mencionó que se sentía cansado?- preguntó de nuevo el paramédico.

- Si. Un poco de gripe.

- Pues... Su frecuencia cardiaca es muy elevada- dijo el otro de los paramédicos incorporándose- definitivamente es agotamiento.

-Hemos estado muy ocupados últimamente, y a veces no descansamos lo que deberíamos- comentó Jack.

- También pudo ser que está enfermo, aunado a lo que nos dicen. Las defensas del cuerpo disminuyen con el estrés y la falta de descanso.

- ¿Qué podemos hacer?

- No necesita traslado, con descanso y una buena alimentación estará como nuevo. Nos retiramos, cuidense mucho- tomaron la camilla y se perdieron por el pasillo.

-Ahora si, ve a avisar que el resto del concierto se cancela- dijo mas aliviado Fergus.

Matt salió directo al escenario, sin saber a ciencia cierta la reacción de los asistentes.

-¿Ahora que hacemos?- preguntó Jorian.
-Llamar al hotel para que envíen la limusina- respondió Fergus encogiéndose de hombros- ¿Quién sabe el número?.

Todos se miraron.

-¡David!- dijeron a coro.

-¿Ahora que hacemos?- repitió Jorian.

- Yo puedo llevarlos en mi auto- se ofreció Carolina con la mano en el aire- está en el estacionamiento.

Todos asintieron.

Canto de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora