Canto de lluvia

Capítulo 2 Casi el último concierto

-¿David?

-Si, no es muy tarde, ¿verdad?

- Claro que no, saben que nunca es demasiado tarde- pronunció en tono alegre refiriéndose a todos sus hijos- ¿Qué tal el concierto de hoy?

-¡Excelente! Un éxito.

-¡Muy bien! Los felicito.

-Si, gracias. ¿Papá estará por allí?
-Se fue a arreglar unos asuntos hace un rato.

-¡Ah! ¿Cómo va todo por allá, necesitan algo?- comió el resto de la fruta picada.

-Todo va bastante bien, hijo. ¿Y tu?

-Bien, un poco cansado.

-¿Estás comiendo bien?

-Si, mamá-David pareció divertirse con la pregunta- y también me llevé un suéter.

Del otro lado de la línea su madre rio.

-No tienes remedio.

-Será por que me parezco a ti.

Ambos rieron alegres.

-Me voy a dormír, saluda a papá de mi parte. Les llamo luego. Los amo.

-Que duermas bien, linda noche hijo. Los amo- dijo de nuevo refiriéndoce a todos sus hijos.

Colgó. Se hizo un moño con el cabello casi seco, levantó las sábanas y se acomodó. Su mente comenzó a divagar, mañana habría otro concierto, el penúltimo de la gira, después un descanso breve y comenzar con los preparativos del nuevo álbum. Pensando en eso, se fue quedando profundamente dormido.

Despertó con un estruendoso ruido junto a él. Se levantó medio dormido, el teléfono sonaba en la cómoda a un lado. Lo tomó y se lo puso en la oreja.

-¿Si?- contestó con voz de dormido.

-Buenos días, es el servicio de despertador del hotel. Que no se le haga tarde.- dijo una mujer del otro lado de la línea alegre, como si le gustara la idea de despertar personas y escuchar a los huéspedes soñolientos.

-¡Ah, si! Muchas gracias, que tenga un hermoso día- y la llamada terminó.
Y como no estar alegre, si despiertas a David Garrett con los Buenos días, no de la forma que uno pensaría, pero algo es algo.

Se estiró cual largo es, salió de la cama y se lavo la cara con agua fría, se cambió la pijama, se soltó el cabello y lo peinó.

Abrió las cortinas, el clima no parecía haber mejorado. Se puso un suéter y salió directo al comedor del hotel. Allí se encontró con Fergus y Jack, se saludaron y pidió lo mismo que ellos (aunque no sabia que habían pedido).

El camarero llegó con las tres órdenes, eran un par de cosas que no había visto nunca antes. Una especie de pan cortado por la mitad, rebosando de queso y con trocitos rojos y verdes.

-¿Qué es esto?-dijo examinando el curioso platillo, pensando en lo que diría la nutrióloga si lo viera comer eso.

-Se llaman molletes.

Jack agradeció y cuando el mesero se retiró comenzó a comer con gusto. Fergus le siguió, pero David no parecía muy convencido.

-Pruébalo, esta bueno.-ánimo Jack- ¿Prefieres pedir otra cosa?

-No, siempre es bueno intentar cosas nuevas- tomó uno de esos panes y comió por fin.

El sabor era completamente agradable, el queso se derretia, los trocitos eran de tomate y chile que sabía dulce.

-¿Qué comen? Se ve bien- dijo Joshka sentándose a un lado de David. Y le robo un pedazo del otro pan.- Que bien. Otro de esos para mi por favor.
Llego llegó Matt. Hizo lo mismo que Joshka, pero con el plato de Fergus. Y al final llegó Jorian e hizo lo propio con el plato de Matt.

-¿Se les ofrece algo mas?

-No, muchas gracias- Dijo Matt por todos.

Se levantaron de la mesa aún con el sabor de los molletes. Salieron y subieron a la limusina que los llevaría al ensayo. Eran las ocho en punto.

Llegaron puntuales, tomaron sus instrumentos y comenzó el ensayo con Casimir como entrada, y se fueron como hilo de media hasta la canción final y el extra de todos los conciertos. Para entonces eran la una y media, el hambre comenzaba a hacerse presente.

-Es hora de ir a comer. ¿Que opinan? -interrumpió Fergus.

-Me parece perfecto- dijo Jorian.

-Se de un lugar donde ir a comer- contó Joshka y señaló en un punto en el mapa del GPS de su celular.

-Vayan si quieren, yo me quedaré un rato más y luego los alcanzo.
-Si, no hay problema. Pediré algún extraño plato para ti- rio Jeff.

Se levantaron, guardaron los instrumentos y salieron siguiendo a Joshka.

David se quedó practicando Viva la vida, cuando al dar un giro, vio la cartera de Matt encima del amplificador. Dejó su violín encima de una silla, tomó la cartera y salió corriendo para alcanzarlos.