Capitulo 13. Un merecido descanso

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La recepción y el vestíbulo del hotel estaban casi completamente vacíos. Solo había una persona sentada en un sofá, parecía estar esperando que algo sucediera, y sucedió. Garrett entró al hotel apoyado en su amigo Fergus, y después cuatro hombres y una mujer.

-¿Te molesta que te dejemos un momento en el vestíbulo?- preguntó Fergus a su amigo.

- No se preocupen- se separó de Fergus y comenzó a andar solo- los espero.

Pero al darse vuelta otro brazo lo sostuvo. Era la chica que estuvo con él en la terraza. Ahora con un vestido largo color verde, del mismo estilo que el anterior.

- Tener agotamiento debe ser espantoso.

-¿Y cómo sabes... ¿Cómo supiste lo de la gripe?

- Olvidas un pequeño pero importante detalle- sonrió y los dos se sentaron en un sillón, continuó con ironía- olvidas que soy clarividente.

- Que sabe leer muy bien carteles.

- Esa mujer de la que hablamos, ¿Es ella, verdad?

- Si. Carolina.

- Es muy linda. Las periodistas suelen ser lindas.

- ¿De dónde sacas eso?

- Escribe en una gran e importante revista de arte, de hecho es mi favorita, hablan de muchas cosas interesantes.

- ¡Había olvidado la entrevista!

- No tenías cabeza para nada. Además, ella lo entendió muy bien. No está enojada. De hecho los trajo hasta acá.

- En eso tienes razón.

- Debes descansar, todo tiene límites y tu encontraste hoy el tuyo.

Fergus entró en el vestíbulo buscando a David para hacerle compañía, pero él ya estaba acompañado, se sentó frente a ellos.

- El es Fergus,- presentó David- ella es clarividente.

- Buenas noches- saludó con su sincera sonrisa y estrechó la mano de la chica. Ella sintió como una corriente eléctrica al tocarlo.

- Mucho gusto Fergus.

- Mucho gusto clarividente.

- Todos me dicen Yaiza. Es usted un hombre interesante. Tiene la música tatuada en el alma.

- ¿Lo leíste en un cartel o viste sus dedos?- bromeó David al darse cuenta que se miraban fijamente.

Yaiza soltó una carcajada.

- ¿Se conocían?

- De toda la vida, según David.

- Anoche, en la terraza. Cuidado, esta mujer, puede saber tu vida con darte sólo un vistazo.

- Los planes que tenían de quedarse aquí de vacaciones les quedaron como anillo al dedo.

Los dos amigos estaban desconcertados.

-Será mejor que descansen, si no, me temo que no sólo David va a sufrir de agotamiento- se puso de pie y señaló la recepción- ya vienen por ustedes.

Matt entró a avisarles con una seña que ya estaba todo listo.

- Nosotros nos retiramos, un placer hablar contigo- dijo Fergus y se despidió dándole un beso en la mejilla a Yaiza- espero volver a vernos.

- Se lo aseguro.

Los dos músicos se levantaron del sillón y se encontraron con el resto en la recepción.

Joshka le había pedido a la señorita recepcionista que durante las próximas horas, David no fuera molestado, pues tenía que descansar.

- Muchas gracias por traemos Carolina- dijo David- cero y van dos.

- No fue nada, lo que importa ahora es su salud, asi que descanse y coma muy muy bien, para que se mejore y me de la entrevista.

- ¡La entrevista!- dijo llevándose una mano a la frente recordándolo de nuevo.

- No se preocupe, eso lo veremos después. Recuperese pronto.

Carolina se despidió y salió  del hotel, los demás subieron cada uno a su habitación.

La noche transcurrió tranquila, en cuanto la cabeza de David se posó en la almohada se quedó dormido. El resto de la banda decidieron acatar lo dicho por los paramédicos y se fueron a dormir también, cansados por lo ocurrido esa noche, sin saber lo que les esperaba.

Canto de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora