Bound [ spanish version ]

capítulo treinta y seis

[ Justin ]

—Joder —maldije, gimiendo mientras tiraba de las puntas de mi cabello.

—No puedo creer que esa mierda acabe de pasar —escuché a Jaxon decir, haciendo que mi molestia creciera por haber abierto mi boca con la verdad, pero nunca pensé que podría estar escuchando. Joder.

—Estoy tan jodido, hombre. Ella lo sabe —murmuré para mí mismo, apretando mi mandíbula. No quería que Janice se enterara de esta manera sobre nuestro "matrimonio". Sabía que algún día lo sabría, pero sería por mi decisión. Porque se lo dije de frente. Nunca de esta manera.

Además, aún no estaba listo.

—Sí, y yo había pensado que sería el primero en arruinar todo el decir la verdad - pero fuiste tú —espetó, soltando una risa después. Le di una dura mirada, haciendo que cerrara su boca.
—Hey, sólo estaba diciendo —dijo a la defensiva, alzando sus manos. Rodé mis ojos, poniéndome de pie.

—Mierda, hombre. ¿Qué rayos voy a hacer? —pregunté, rechinando mis dientes con frustración. Jaxon me dió una mirada llena de simpatía, encogiéndose de hombros.

—No lo sé. ¿Cuidar tu boca? Sueles hablar mucho —bromeó. Pero no encontré nada de divertido a sus palabras. En vez de estar tratando de ayudar a calmarme y encontrar una solución, él sólo bromeaba sobre la situación, como si no fuera algo serio.

—Jaxon, di alguna estupidez como esa otra vez y no voy a pensarlo dos veces antes de patear tu trasero —murmuré, dándole una mirada de muerte. Rodó sus ojos.

—Como sea, hermano.

—¡Tal vez pudiste haberme dicho que ella estaba ahí de pie! En vez de eso, me dejaste hablar —señalé.

—Hey, yo no sabía que estaba ahí hasta que terminaste de hablar. No intentes culparme, cuando los dos sabemos que fuiste tú el que no pudo mantener la boca cerrada —peleó. Con un suspiro, pasé una mano por mi rostro.

—¿Qué hago, hombre? —pregunté en un susurro. Miré a Jaxon, encogiéndose de hombros.

—Honestamente, no lo sé. Pero si fuera tú, le explicaría —dijo, señalando la puerta con su cabeza. Asentí.

—Tienes razón —con otro profundo suspiro, caminé hacia la puerta.

—Oh, y Justin —me detuve, mirándolo por encima de mi hombro.
—Sigue tu corazón, y toma la decisión correcta —señaló su corazón. Rodé mis ojos ante su acción y me giré, escuchando su risa a mis espaldas. Una sonrisa apareció en mis labios, pero de inmediato se borró al recordar la situación en la que me encontraba.

Genial.

Caminé hasta las escaleras, pasando el ruido que había en la sala de estar. Era el día después de navidad y mi familia había decidido quedarse hasta el día de año nuevo. Queríamos pasar las felices fiestas juntos.