—Drew, Sophia– llamo sus nombres. Frunzo el ceño mientras busco confundida a mis dos hijos. No los podía encontrar por ningún lado. Los había buscado en el segundo piso pero no había ni pista de ellos.Tenía esperanzas de que estuvieran abajo.
Bajo con calma las escaleras, se suponía que ellos deberían estar tomando un baño. Suponía que sería más fácil sí tomaban un baño temprano en vez de tener que lidiar con ellos en la noche cuando ambos estaban cansados.
—¡Drew!– llame de nuevo, en medio de todo el silencio. Junto mis labios con molestia pero también con preocupación.
Como madre, era cansado tener que estar viendo siempre por el bienestar y las necesidades de ellos. Podía llegar a ser frustrante algunas veces.
Pero también era natural el preocuparse por eso. Eran cosas que venían con todo el paquete.
Suelto un suspiro cuando veo que la sala de estar estaba vacía.
Ellos tenían que estar por aquí.
—¡Niños!– llamo de nuevo, con la esperanza de obtener alguna respuesta. Pero solo hay silencio.
—Dios, ayúdame– murmuro para mí misma. Veo en cada habitación, pero no los encuentro. Me detengo de pie en medio del pasillo, colocando mis manos en mis caderas y suspirando. Me tomo dos pequeños minutos de descanso y entonces sigo con mi tarea.
—Soph...– y cuando estaba a punto de llamar de nuevo, siento como mi pie se resbala sobre el piso. Jadeo, sintiendo como pierdo el balance y esperando la caída.
Pero como siempre, nunca llega.
Escucho rápidos pasos acercarse, antes de ser atrapada por los familiares brazos. Estaban envueltos en mi cintura, su rostro a solo un par de centímetros lejos del mío.
Mi garganta se secó y trago con dificultad. Sus ojos miraban los míos, cientos de desconocidas emociones bailaban en ellos.
Siempre era de esta manera. Yo cayendo debido a mi torpeza, él apareciendo de la nada para atraparme en sus labios y quedar como un héroe. Me hacía preguntarme, ¿será siempre de esta manera? ¿Y por qué él siempre estaba ahí para salvarme?
—¿Por qué siempre apareces en el momento exacto para salvarme?– suelto, sin siquiera pensarlo por un segundo. Un brillo de sorpresa cruza por sus ojos, pero luego vuelven a estar oscuros. Mi corazón se acelera.
—Porque...– se detiene, juntando sus ojos con los míos. Mi corazón se vuelve loco y el pensamiento de qué tal vez... Tal vez él vaya a decir las palabras llega a mi mente. Esas dos pequeñas palabras que podrían cambiar todo.
»—Porque eres la madre de mis hijos– responde en tono monótono. La pequeña esperanza que había en mí se rompe. Aclaro mi garganta y me alejo de él, tomando un paso atrás.
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Bound [ spanish version ]
Fiksi PenggemarEl tiempo tiene el poder de cambiar a las personas. Él ya no era el hombre que alguna vez había sido y ella ya no era más aquella ingenua chica que había sido. Había sido inevitable que algo pasara entre ellos dos. Después de todo, el famoso CEO y l...