Fallen[SooKai/2Min]

Capítulo 5

El ángel guardián del agente sobreviviente ayudó a Luhan a curar sus heridas, puesto que él no podía hacerlo solo en ese momento.

JongIn sangraba demasiado y las heridas dolían cada vez más, pero él sabía que no se trataba de una herida mortal. Si, era peligroso, pero no era mortal.

O al menos eso era de lo que él mismo trataba de convencerse repitiéndoselo a KyungSoo una y otra vez mientras éste lo cargaba hasta uno de los vehículos en los que habían llegado y se lo llevaba a casa.

Esta vez no se detuvo a cambiar de vehículos, ya que de cualquier manera él ya había asesinado a todos los presentes en ese lugar, así que simplemente condujo a gran velocidad, directo a su casa.

-Voy a estar bien, no te preocupes-Seguía repitiendo JongIn mientras sostenía sus alas sobre las heridas que tenia

Las blancas alas se tiñeron más rojas de lo que jamás habían estado y a pesar de que la herida de bala ya se había cerrado, las heridas de luz seguían abiertas y sin ningún signo de mejoría.

KyungSoo nunca había visto en ese estado a su ángel de la guarda.

En medio de la desesperación, KyungSoo marcó el número de Chanyeol y esperó impaciente a que le atendiera. Ni siquiera le dejó empezar a cuestionar el porqué de la llamada, e inmediatamente le llenó de preguntas sobre qué hacer para que JongIn mejorara.

-Voy para allá-Fue la rápida respuesta de Chanyeol antes de colgar, dejando a KyungSoo aún más nervioso por la seriedad y preocupación con la que el ángel mayor le había respondido

Estaba al borde de la locura.

Con mucho cuidado lo llevó hasta su cama, mirando frenéticamente a la habitación completa en busca de cualquier cosa que le ayudara a secar la sangre que salía a borbotones, principalmente de la herida en el pecho, tomó una camiseta que colgaba de la cabecera de la cama y la sostuvo contra el pecho del ángel herido.

JongIn no lo diría nunca, pero KyungSoo lo sabía. La razón por la que la herida del pecho no dejó de sangrar incluso cuando la del estómago se detuvo era únicamente a causa del disparo que el ángel había recibido de KyungSoo.

El orificio por donde la bala entró en su pecho ya estaba cicatrizada, pero aun así, vestigios del dolor quedó en lo profundo de su corazón, no permitiendo que la herida de luz sanase.

Chanyeol entró por el ventanal de la habitación en la que estaban y disperso rápidamente la luz que lo hacia invisible allá afuera.

-La próxima vez que diga que se queden en casa, más vale que lo hagan-Gruñó enojado mientras empujaba a KyungSoo lejos de JongIn para poderlo ayudar

KyungSoo estaba conmocionado, por lo que aunque el empujón fue débil y sin querer hacer daño, lo envió al suelo, donde se quedó sentado, mirando sus manos ensangrentadas que sostenían un pedazo de tela que goteaba la sangre de JongIn.

Chanyeol concentró su luz sobre el pecho del ángel y con la mirada le advirtió que aquello dolería, JongIn volteó la cabeza y vio el estado de KyungSoo, provocando que la herida le doliera aún más a causa de la angustia.

No queriendo empeorarlo, JongIn mordió con fuerza la almohada sobre la que su cabeza descansaba, de manera que los gritos de dolor fueran acallados y no llegasen al humano.

Sintió como si pequeñas pirañas se metían por la herida y le lastimaban desde el interior, pero se contuvo todo lo que pudo para no gritar y en su lugar, soltó gruesas lágrimas.

-Listo-Murmuró Chanyeol al mismo tiempo que el dolor se iba, JongIn soltó la almohada, jadeante y secándose rápidamente las lágrimas antes de tocar su propio pecho y sentir la cicatriz que ahí había quedado-Él no está en condiciones de escucharme ahora, pero adviértele que tengo mucho que decirle después, entiendo que pudieran quedar vestigios luego de la posesión, pero intentar matar a un ángel es malditamente suicida!-Gruñó Chanyeol mientras se envolvía en luz y salía por el mismo lugar por el que llegó

Así que Chanyeol tampoco sabía que KyungSoo no había actuado de aquella manera por culpa de la posesión demoniaca sino por decisión de él mismo.

Era casi de noche, y JongIn sabía que KyungSoo ni siquiera había comido nada desde el almuerzo rápido que tuvieron en medio de la planeación del último operativo, por lo que aunque se sentía demasiado cansado, se levantó de la cama y se arrodilló al lado del humano que aun miraba fijamente sus manos llenas de sangre.

-Kyung...-El mencionado levantó la vista, los ojos muertos recibieron a JongIn con pesar-Estoy bien, mírame...-El humano le obedeció y una chispa de vida pareció brotar en sus ojos antes de apagarse de nuevo al mirar sus manos todavía llenas de sangre

El ángel lo ayudó a levantarse y lo llevó hasta el baño, donde le lavó las manos con cuidado, pero no contento con eso, KyungSoo se alejó de él y se metió a la ducha, JongIn no necesitaba verlo para saber que KyungSoo raspaba su piel con violencia, deseando quitar la suciedad que solo él veía. JongIn le imitó una vez que el humano terminó y cuando salió, no le sorprendió que KyungSoo estuviera ahora en la habitación del ángel, sentado en medio de la cama mientras miraba fijamente un punto en la pared.

JongIn entendió lo que KyungSoo necesitaba, y quitándose la camiseta que acababa de ponerse, dejó salir sus alas nuevamente, cualquier vestigio de la sangre que antes las había teñido ya habia desaparecido por completo y ahora se veían inmaculadas y puras de nuevo, como toda la imagen que JongIn proyectaba.

KyungSoo alzó la vista y se perdió hipnotizado en el brillo de pureza que veía, y el ángel inició su camino hacia él, pensando en que podría limpiar el desastre de la habitación de KyungSoo otro día, pero ahora necesitaba abrazar a KyungSoo y decirle que estarían bien.

Pero se detuvo justo frente a él, cuando aquella frase llegó a sus oídos de nuevo, después de tanto tiempo, y esta vez de una manera tan seria, lejos del tono de broma con el que antes KyungSoo se lo había dicho.

-Quiero ensuciarte tanto...tanto...-Murmuró, un extraño brillo de anhelo en sus ojos mientras una mano se alzaba para tocarlo pero sin llegar a hacerlo-Eres tan...puro...y yo estoy tan sucio...quiero mancharte...déjame mancharte...yo...-Suplicó-lo quiero tanto...-Una lagrima rodó por su mejilla

Y JongIn le permitió hacerlo.

Tomó la mano que había estado alzada hacia él y entrelazó sus dedos a la vez que se sentaba frente al humano, quien habiendo recibido el permiso tácito del ángel, se lanzó contra el mismo para besar sus labios.

Unos labios que desde que lo conocía había tenido ganas de probar.

Sus manos acariciaron la tersa piel del ángel, quien no podía más que estremecerse de gusto ante las suaves caricias de su humano. Lentamente movió los labios y le correspondió el beso, escondiendo sus alas en la espalda al mismo tiempo que olvidaba su verdadera naturaleza, y por una vez, dejaba de pensar en lo que debería hacer.

Borró cualquier pensamiento que le recordaba aquella lista infinita de por qué lo que estaba haciendo en ese momento estaba mal, y dejó en su mente, únicamente aquellos pensamientos que le decían lo mucho que quería a KyungSoo y lo mucho que disfrutaba de las caricias del humano sobre su piel.

No le importó nada más que las sensaciones de ese momento, y finalmente, por primera vez en su vida, se entregó al placer.