Por años, no solo Taemin había estado pendiente de cualquier señal de reencarnación de JongIn, de la misma manera, KyungSoo había estado alerta a cualquier persona que le recordara a JongIn de alguna manera.
Esas personas no sobrevivieron mucho tiempo.
Durante un largo siglo, KyungSoo fue confinado al infierno, no habían torturas o castigos, pero el solo permanecer en aquel lugar, era francamente lo peor.
El olor a azufre de aquel podrido lugar se había grabado en su piel, el frio de aquella cueva le había calado tanto los huesos que para este momento, incluso el ser congelado no le haría sentir nada.
Los demonios con la capacidad de pisar de manera física la tierra de los mortales eran los únicos que desarrollaban alguna habilidad fuera de lo común y era por ello que MinHo supo que KyungSoo era uno de esos demonios incluso antes de que a KyungSoo se le permitiera intentarlo.
MinHo podía controlar bastante bien el calor de su cuerpo, tanto que podría quemar a cualquiera con solo tocarlo si se lo proponía, por otro lado, KyungSoo al instante había demostrado tener una gran fuerza, habilidad que con el correr de los años, y al no tener otra cosa que hacer en aquel lugar, había mejorado lo suficiente como para controlar la fuerza de su cuerpo a gusto.
Cada noche, imágenes de JongIn se le cruzaban por la mente, enredadas con aquel fuerte sentimiento de dolor, impotencia e ira, mezcla de sentimientos que con el tiempo, su mente asoció con JongIn, haciéndolo odiarlo cada día un poco más.
Para cuando, cien años después, finalmente le dejaron a KyungSoo salir de su confinamiento y pisar la tierra de nuevo, su odio era tan grande que en cuanto se encontró con un chico un poco parecido a JongIn, KyungSoo no pudo contenerse de asesinarlo sin piedad.
Él no se detuvo ahí.
Siempre que veía a alguien, que solo le recordara a JongIn, él se acercaba a esa persona para averiguar si era verdaderamente el alma reencarnada del moreno, y en cuanto confirmaba que no se trataba de él, KyungSoo no tenía reparo alguno en asesinar a esa persona.
KyungSoo vivió en la tierra, fingiendo ser un humano durante 23 años antes de que él finalmente se encontrara con el verdadero JongIn frente a frente.
Con una sonrisa de lado, él se relamió los labios, sintiendo la adrenalina y la emoción corriendo por cada centímetro de sí.
No podía esperar a hacer sufrir a aquel chico de tez levemente morena, cabello café y sonrisa inocente. Eso último era probablemente lo que KyungSoo odiaba más de él.
Porque él sonreía de aquella manera? Despreocupado? Mientras KyungSoo tuvo que tragarse 100 años de vivir, literalmente en el infierno?
KyungSoo se matriculó a la misma universidad a la que aquel chico iba y lo primero que hizo fue fingir necesitar ayuda para llegar a su primera clase cuando 'casualmente' chocó con el chico que caminaba a paso apresurado por los pasillos del edificio, al parecer, iba tarde para su primera clase.
-Hey, lo siento pero...podrías indicarme el camino al edificio A3?
-Aquí estas, que clase tienes?-Preguntó él, amable
-Tengo...Ugh, matemáticas..?-Hizo una mueca pensando en que hacía más de un siglo que ni siquiera veía números, había sido ya un milagro que no se le olvidara como leer, y ahora tenía que hacer extrañas operaciones matemáticas
-De casualidad eres Do KyungSoo?
-Como lo sabes?
-Uno de mis amigos es el presidente del centro de estudiantes, le oí decir que iniciabas hoy
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Fallen[SooKai/2Min]
FanfictionEl cielo y el infierno no son como los cuentos religiosos lo cuentan, y por supuesto, no son como lo leíste en una novela juvenil. Por que nada es solamente blanco o negro. Los ángeles no eran el bien absoluto solo por pertenecer al cielo. Los demon...