Taemin y MinHo discutieron por horas después de que KyungSoo y Kai se hubieran marchado, y la razón no era solamente lo que MinHo había estado haciéndole a KyungSoo, sino que había hecho lo mismo en Kai también para que ambos se marcharan.
MinHo había anudado aquel mismo humo que había sensibilizado los sentidos de KyungSoo, alrededor de Kai y KyungSoo mientras estos habían estado teniendo su duelo de miradas, y aquella había sido la verdadera razón de que KyungSoo se llevara al moreno a casa sin quedarse para asesinarlo a él.
Taemin había querido seguirlos en cuanto se dio cuenta del motivo para el que se iban a casa, pero de nuevo MinHo había retenido al rubio y le había gritado que abriera los ojos de una vez, y viera que él no tenía nada que hacer en medio de KyungSoo y Kai.
Su discusión se basó, más bien, en un Taemin furioso intentando lastimar a MinHo, mientras este último intentaba que el rubio no escapara y fuera a interrumpir a los otros dos.
Al final, de alguna manera, ambos se encontraron en medio de la sala, desnudos sobre el sofá, mientras Taemin movía las caderas encima de MinHo.
El mayor se encontraba sentado y recostado sobre el respaldero del sofá, mientras que Taemin estaba a horcadas sobre él, subiendo y bajando sobre el miembro contrario.
El sexo entre ellos, era muy diferente, aunque Taemin también era un demonio de ira, como KyungSoo, en este caso él era el pasivo la mayor parte del tiempo, por lo que la ira se materializaba en la espalda ancha del demonio mayor, donde Taemin clavaba las uñas todo lo profundo que podía y le mordía los hombros y el cuello con saña, amando la manera en que la sangre se deslizaba de las heridas que él provocaba en MinHo.
Por otro lado, MinHo era un demonio de lujuria, por lo que cualquier cosa relacionada al sexo lo fortalecía, por eso siempre era Taemin quien se movía, marcando el ritmo que le apeteciera, a veces rápido, a veces lento, pero siempre duro, siempre ocupándose de que cada envestida golpeara con fuerza y lo más profundo posible.
Las manos de MinHo estaban clavadas con fuerza en los muslos debajo del rasero de Taemin, únicamente por reflejo para ayudarlo a moverse, pero sabía que Taemin no necesitaba ni quería de ninguna ayuda para llevar el control de la situación.
-Te quiero, maldita sea...-Gruñó MinHo y movió sus manos para ahora rodear la cintura del rubio con sus brazos, apretando con fuerza y enterrando su cabeza en el pecho del otro mientras se corría, Taemin se corrió también y entonces dejó de moverse, procurando regularizar su respiración mientras también intentaba recuperarse de la sorpresa, pues aunque siempre había sabido de los sentimientos del mayor por él, MinHo nunca lo había mencionado de aquella manera y tan abiertamente, con ese toque de dolor en su voz mientras lo abrazaba tan fuerte-Déjame quedarme así un poco más-Suplicó sin moverse cuando Taemin intentó soltarse-Prometo que no volveré a molestarte...si lo que quieres es a Kai, prometo no molestarte más-Murmuró, su voz anormalmente entrecortada y los ojos de Taemin se nublaron
Por qué no importaba cuanto tratara de negárselo a sí mismo, él también tenía sentimientos por el otro demonio, ni siquiera él mismo los entendía muy bien todavía, pero si sabía que ese tiempo que estuvo secuestrado por MinHo en el infierno, le aclaró las suficientes dudas como para ahora saber que no quería que MinHo se alejara de él.
-La primera vez que nacimos...JongIn y yo éramos hermanos-Susurró en el oído de MinHo mientras lo abrazaba también-Él era el hijo de la amante de mi padre, por la que él dejó a mi madre sola hasta que murió, éramos muy pequeños, pero yo lo odiaba demasiado, y cuando nos cruzamos con un demonio, por culpa de ese odio, fue demasiado fácil para él condenarme, me poseyó y yo empujé a JongIn a la piscina, era de noche y nadie más que yo lo escuchó pedir ayuda. Él era uno de esos niños con luz propia que son llevados al cielo para convertirse en ángeles guardianes, pero antes de que algún ángel viera aquel brillo en él, yo lo había empujado a la muerte, y el mismo demonio que me poseyó lo condenó a él también antes de morir. Recién cuando vi a JongIn, muerto por mi culpa, una legión de ángeles apareció, ellos vieron mis ganas de vengarme de aquel demonio que me había orillado a matar a mi hermano y decidieron utilizarme, me llevaron al cielo junto con JongIn y ambos nos convertimos en ángeles, pero a diferencia de mí, él no puede recordarme, porque sus memorias..
-Se sellaron cuando murió...-Completó MinHo y se separó un poco de Taemin para ver su rostro, el rubio asintió y limpió las lágrimas que habían empapado sus mejillas-Es por eso que...?
-Si-Respondió Taemin antes incluso de que MinHo terminara la pregunta-Es por eso que no puedo permitir que KyungSoo libere sus memorias, si lo hace, él me recordará también, él recordará cuanto lo odié, y como lo empujé...como me quedé allí, mirando mientras él se ahogaba y me suplicaba que lo ayudara...
-No fue tu culpa, estabas poseído por un demonio...-Taemin negó
-El demonio me liberó en cuanto lo empujé al agua, el que lo dejó morir fui yo, yo pude ayudarlo, pude pedir ayuda, pude haber hecho cualquier cosa...
MinHo abrazó a Taemin y su corazón se estrujó mientras lo sentía sollozar en su hombro y se sentía mal, se sentía una basura por las veces que había celado a Taemin de Kai, por las veces que él mismo había tratado de marcar a Kai para que vinieran otros demonios a encargarse de él.
Entendió finalmente la razón por la que Taemin, sin importar nada ni nadie, siempre estaría al lado de Kai para protegerlo, y no era solamente porque tenía miedo del rechazo que pudiera sentir e moreno si lo recordaba, sino también porque no quería volver a cometer el mismo error de nuevo.
No quería dejar morir a su hermano frente a sus ojos otra vez.
ESTÁS LEYENDO
Fallen[SooKai/2Min]
FanfictionEl cielo y el infierno no son como los cuentos religiosos lo cuentan, y por supuesto, no son como lo leíste en una novela juvenil. Por que nada es solamente blanco o negro. Los ángeles no eran el bien absoluto solo por pertenecer al cielo. Los demon...