Capítulo 22

63 15 8
                                    

-Dulce...-Kai asintió y preparó chocolate en dos tazas y las metió al microondas para calentarlo, luego sacó una bandeja de pastelillos que su hermana le había hecho la última vez que lo visitó y puso todo en la mesa-Algo me dice que no te permiten tocar mucho la cocina...-Murmuró viendo como su preparación de una merienda era extremadamente prefabricado, y estaba seguro de que el microondas no era para calentar chocolate

-Una vez...como que incendié la bandeja de galletas cuando solo tenía que sacarla del horno, así que desde esa vez, me preparan todo para que yo no tenga que encender la estufa...no te rías!-Se quejó mientras la fuerte risa de KyungSoo llenaba la habitación -Que.No.Te.Rias!-Le repitió mientras le golpeaba sin fuerza la cabeza

KyungSoo tomó ese momento para tirar el cuerpo del moreno más cerca de él, puso las manos en las caderas de Kai y le hizo sentarse sobre sus piernas mientras todavía reía. De alguna manera, al ser tirado de repente, por inercia, el moreno colocó los brazos alrededor del cuello de KyungSoo, y no se resistió demasiado ante las intenciones del otro. Los labios de KyungSoo estaban muy cerca de los suyos, y sin embargo, Kai sabía que KyungSoo no se acercaría más que eso.

Y aquello era exactamente lo que el demonio había querido lograr, romper las barreras autoimpuestas por Kai para finalmente acercarse como quería al moreno.

Movió las manos de las caderas del humano y rodeó su cintura con los brazos, provocando que sus narices se tocaran.

Todo se quedó en silencio por un rato, solo se podía escuchar el sonido del latido rápido del corazón de Kai. Sus ojos parecían anclados en lo profundo de los ojos contrarios y el suave aliento chocaba contra los labios del otro.

"A la mierda", fue el último pensamiento de KyungSoo antes de cerrar los ojos y finalmente unir sus labios con los del moreno. Cuando Kai no le respondió el beso, pensó en que estaba tirando por la borda todo lo que había construido en esos meses, y lo que menos quería era volver a oler limón en aquel momento.

El limón era uno de los aromas que más le gustaban KyungSoo, sin embargo, desde aquella vez en que había asustado a Kai para aumentar el aroma y se había enterado de lo que intentaron hacerle a su moreno, aquel olor le repugnaba.

Pero entonces, los labios de Kai se empezaron a mover sobre los suyos, respondiendo al beso al mismo ritmo que KyungSoo.

Y lo que fue aún mejor para el demonio, fue que no sintió ni una pizca de limón en el ambiente.

Los brazos de Kai se apretaron alrededor del cuello de KyungSoo y sus manos se enredaron en su cabello, atrayendo más el rostro del demonio hacia el suyo. Por otro lado, KyungSoo colaba sus manos por debajo de la gran polera que llevaba el humano, recorriendo su espalda con caricias a veces suaves y a veces duras.

Un suave gemido se escapó de los labios de Kai para morir en la boca de KyungSoo, animándolo a ir aún más lejos cuando aquello fue provocado solo por sus dedos toqueteando un poco el inicio de los pantalones del moreno.

Paseó las manos sobre el trasero de Kai, todavía sobre la ropa, enloqueciendo con cada toque al moreno, quien por propia iniciativa, abrió la camisa de KyungSoo y acercó su cuerpo para conseguir más contacto con él.

KyungSoo tomó aquello como una invitación a lanzar aquella molesta ropa lejos de ellos. Rápidamente se deshizo de la polera del moreno y desprendió los botones del pantalón, continuando entonces, sus caricias en la espalda baja de Kai, antes de colar los dedos lentamente entre los pantalones, ahora flojos al haber sido ya abiertos.

Kai mordisqueó los labios de KyungSoo y abrió la boca, dejándole al demonio vía libre para explorar su boca, ni siquiera pensaban en que debían respirar, simplemente se habían entregado por completo a sus instintos.

Cuando finalmente las manos de KyungSoo estuvieron por completo dentro de los pantalones del moreno, amoldándose a su trasero mientras apretaba y rozaba de vez en cuando, al parecer de manera involuntaria, su entrada, lo que provocó suaves ronroneos y suspiros por parte del humano, quien percibía los toques cada vez de forma más intensa, dando pequeños botes cuando su entrada era levemente acariciada.

Entonces, la necesidad de respirar del humano los obligó a separarse, y KyungSoo, sin perder un solo segundo, bajó los labios al cuello del moreno, lamiendo, chupando y mordisqueando todo a su paso, deleitándose con los suaves gemidos y suspiros que Kai intentaba por todos los medios acallar.

Sin embargo, cuando un dedo empezó a apretar su entrada y lentamente se deslizó en su interior, el gemido fue realmente alto. Kai mordió con fuerza el hombro de KyungSoo cuando aquel dedo, en su primera envestida encontró el punto sensible dentro de él y pronto otro dedo presionó para abrirse paso también.

Esta vez, por la posición y la falta de lubricante, se sintió incómodo y doloroso, por lo que KyungSoo levantó el cuerpo del moreno, siempre con sus dedos en su interior y sus manos amoldadas a su trasero, metió un poco más la mano que no utilizaba los dedos dentro de la ropa del moreno para llegar al muslo y tirar un poco para abrirle las piernas. Kai entendió la indirecta y pasó la pierna al otro lado de KyungSoo, quedando ahora a horcadas sobre el demonio.

Habiéndole dado ya suficiente tiempo para respirar, KyungSoo decidió reclamar de nuevo los labios del moreno, sintiendo su garganta vibrar de placer cuando los gemidos del moreno eran acallados en su boca.

Para ese momento, el característico aroma de la lujuria llenaba por completo la habitación, excitando todavía más a KyungSoo, quien lo percibía fuerte y quería aumentarlo todavía más.

Kai inició un lento pero duro vaivén sobre KyungSoo cuando éste lo empujó un poco más cerca, haciendo que sus miembros, erectos y aun cubiertos por la ropa, se rozaran una y otra vez.

Tres dedos entraban y salían del moreno cuando el ruido de un celular sonando los interrumpió.

Lo ignoraron y siguieron con lo suyo, pero cuando el celular se mantuvo sonando por al menos dos minutos completos, KyungSoo gruñó y Kai le susurró que solo era Taemin después de reconocer el tono de llamada como el asignado a su rubio amigo. El demonio sabía que si Kai no le respondía, el rubio simplemente iría hasta ahí en cualquier minuto, por lo que susurrándole en el oído, le pidió a Kai que tomara la llamada. Por supuesto, él se negó y siguió disfrutando de los movimientos de KyungSoo en su interior, puesto que en ningún momento éste había dejado de darle placer al moreno.

A regañadientes, cuando KyungSoo lo amenazó con detenerse, Kai tomó el teléfono de la mesa y luego de aclararse la garganta, tomó la llamada.

El demonio de labios en forma de corazón sabía que si no quería ser interrumpido por la llegada inesperada de Taemin, debía mantenerse callado y esperar a que la llamada terminara, pero su vena malvada no se lo permitía, y con fuerza arremetía los dedos sobre el punto sensible dentro de Kai, haciéndole casi gritar en más de una ocasión.

Kai se mordía los labios con fuerza para evitar gemir o gritar y solo respondía con sonidos huecos cuando era necesario, aquello, definitivamente debía estar sonando muy sospechoso para Taemin.

-No...e..Estoy BIEN-Le salió lo último casi en un grito de nuevo y KyungSoo se rio bajito mientras Kai le pegaba y fruncía el ceño-Ok...Adiós-Se despidió y tiró el celular sobre la mesa de nuevo-Maldito...-Le gruñó a KyungSoo antes de besarlo con fuerza y llevar sus manos a los pantalones contrarios para desabrocharlos y meter las manos dentro de la ropa interior, sorprendiéndose un poco cuando sus manos encontraron lo que buscaban

Los instintos de KyungSoo se desinhibían un poco más a cada segundo, y para cuando Kai sacó el miembro duro y húmedo de KyungSoo y lo acarició al mismo ritmo que los dedos envestían dentro de él, el demonio ya no estaba muy seguro de como acabaría aquello.

Nota: Empecemos con lo bueno...

Fallen[SooKai/2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora