Capítulo 12

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De la misma manera que enviaron una legión de ángeles desde el cielo para mantener vigilado a JongIn en el pasado, ahora, una nueva legión, esta vez conformada por ángeles de la muerte, fue enviada para acabar con todos.

Rápidamente, y antes siquiera de que ninguno de los presentes pudiera pensar en algo que hacer, la legión de ángeles de alas negras ya los había rodeado, al mismo tiempo que los demonios seguían atacando a los condenados, cada vez con más fuerza y sin importarles la cantidad de ángeles que allí estaban presentes.

Entonces, cuando los ángeles de la muerte levantaron sus espadas de luz, éstas se tiñeron de negro y en lugar de cortar demonios, acabaron clavadas en el corazón de cada uno de los miembros de la legión de ángeles que protegían a los condenados de los demonios, siendo el único sobreviviente Sehun, ya que no pertenecía a la legión.

-No es que quiera meterte presión, pero eres el que está más cerca del pecado así que toma una maldita piedra y acaba con tu vida!-Apresuró MinHo a JongIn, al tiempo que trataba de controlar a los demonios que trataban de atacar a Taemin

-No!-Gritó KyungSoo, enojado ante tal idea y sin embargo JongIn verdaderamente estaba buscando algo con lo que acabar con su vida

Pues las opciones no eran muchas, y después del episodio anterior en el que él controló a los demonios, la mejor opción para salvar a KyungSoo en ese momento era acabar con su vida para así convertirse en un demonio.

Sin embargo, aquello no parecía ser el mismo plan que tenía la legión de ángeles de la muerte, quienes al ver las intenciones de JongIn, se movilizaron rápidamente para detenerlo.

Un nuevo ángel bajó en ese momento, dispersando su luz para cortar a los demonios que aun atacaban.

A diferencia de la legión, éste tenía las alas blancas e inmaculadas, como KyungSoo recordaba que eran las alas de JongIn alguna vez. Él se acercó al grupo que sostenía a JongIn y se paró frente a él.

Sostuvo la cabeza de JongIn entre sus manos, apretando con fuerza, haciendo salir del moreno una luz tan fuerte que por varios segundos, cegó a todos los presentes en aquel oscuro callejón. Los ojos de JongIn se oscurecieron como cuando había controlado a los demonios y entonces la luz se volvió aún más fuerte antes de atenuarse de la misma manera que sus ojos, los cuales se cerraron y su cuerpo cayó inconsciente.

KyungSoo se desesperó en ese momento, empujando con fuerza a MinHo y Sehun, quienes trataban de detenerlo, sin embargo, en ese momento él también se acercó tanto al pecado que sus ojos también se oscurecieron y arremetió con fuerza contra todos, con un fuerza sobrehumana.

Llegó hasta el ángel que aún tenía sus manos sobre la cabeza de JongIn y sonreía de una manera para nada pura o inocente mientras esperaba a que KyungSoo llegara hasta él.

-Que mierda le estás haciendo?!-Ladró KyungSoo, y el ángel simplemente acentuó más su sonrisa

-Esto...esto es el perdón-Informó, mirando por última vez a JongIn, antes de trasladar sus manos, esta vez a la cabeza de KyungSoo, antes de que éste pudiera siquiera enterarse de lo que ocurría-Y esto es exactamente lo contrario-Sentenció, antes de apretar la cabeza de KyungSoo con fuerza, haciendo un procedimiento inverso al que hizo con JongIn, escuchando el desgarrador alarido del humano mientras sus ojos se oscurecían de manera imposible y una luz oscura lo rodeaba y se metía por su piel

Taemin dio un paso al frente para ir hacia ellos, pero MinHo lo detuvo, y en su lugar, apretó su mano con fuerza, tirando de él hacia la salida del callejón, mirando a Sehun para indicarle que hiciera lo mismo con su humano.

Ni Suho ni Sehun se veían muy convencidos de seguir al demonio, pero después de ver la crueldad con la que aquellos, supuestos seres divinos, habían actuado, decidieron seguirlo, rezando en su interior por haber elegido la opción correcta.

-Que está pasando?! Que fue todo eso?! MinHo, suéltame, tengo que volver! JongIn...-Pidió Taemin, todavía tratando de soltarse de MinHo, quien lo mantenía firmemente a su lado

-No hay nada que puedas hacer por él Taemin! Maldita sea, preocúpate por ti ahora!-Le gritó al tiempo que buscaba con la mirada alrededor, agachándose a recoger un pedazo de metal que había en el suelo-Voy a decirte tus opciones, y hagas lo que hagas, será tu decisión...-Estiró la mano que sostenía el metal hacia Taemin y le soltó por fin-Ellos van a buscarte incluso por debajo de las piedras ahora, no tengo ni una puta idea de si van a 'perdonarte o no', pero ninguna de esas opciones va a gustarte. Puedes elegir entre convertirte en un demonio ahora y luchar contra ellos, o quedarte así y esperar a que te encuentren y decidan por ti...Es tu decisión...

-De que hablas? Perdonar...? Que es lo que le hicieron a JongIn?!

-La manera en que los humanos descansan en paz después de la muerte es no recordando absolutamente nada de su pasado, eso es a lo que allá arriba llaman el 'perdón', es lo que hicieron con JongIn, y por el contrario, lo que le hacen a los pecadores es aumentar la nitidez de cada momento de su pasado para que lo atormente por toda la eternidad, eso es lo que hicieron con KyungSoo

-Eso significa que van a matar a JongIn?!-MinHo asintió en silencio

-Y KyungSoo? Que va a pasar con él?-Pregunto Sehun ya un poco asustado, mientras abrazado protectoramente a su humano

-Lo más seguro es que lo envíen al infierno

-Pero entonces estarían creando ellos mismos un demonio! Él es un condenado!

MinHo asintió y el silencio lleno de impotencia los embargó por unos eternos minutos en los que Taemin cerró los ojos y enumeró sus opciones, pensando en lo que mejor le vendría, o en ese caso, lo menos peor.

Entonces abrió los ojos con la decisión plasmada en su mirada, tomó el pedazo de metal, y sin pensarlo demasiado, cortó la piel de sus muñecas todo lo profundo que sus fuerzas le permitieron.

Lo último que vio fue el batir de alas negras que los rodeaban de nuevo, las manos del único ángel de alas blancas en la legión, arrancaron con saña las alas de Sehun y justo cuando cerró los ojos, Taemin sonrió, pensando en que había tomado la decisión correcta.

Prefería ser un demonio, condenado a vivir eternamente, en el infierno, pero libre al fin y al cabo, que continuar bajo el mando de aquella hipócrita ideología del bien que tenían en el cielo.

Fallen[SooKai/2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora