Capítulo 27

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-Vas a dejarme ir alguna vez?-Musitó Taemin, sin fuerzas

-No me trates como si te tuviera secuestrado para hacerte daño-Gruñó MinHo

-Y no es eso lo que estás haciendo? Estoy aquí en contra de mi voluntad y eso me hace daño

-Estar aquí no te hace daño, estar aquí te dará la fuerza que no tienes, es que acaso no te das cuenta? Estabas siendo prácticamente un humano más! Yo solo quiero lo mejor para ti

-Si de verdad quieres lo mejor para mí, déjame ir ahora...

MinHo se cansó de intentar razonar con el rubio, y en su lugar, salió de la cueva oscura y se aseguró de que Taemin no pudiera salir por sí solo.

Cuando el demonio mayor se dio cuenta del verdadero estado de debilidad en el que Taemin se encontraba, él mismo dejó de lado toda la rabia que sentía y se llevó a Taemin con él al infierno, donde lo encerró y le advirtió que no le dejaría salir hasta que recuperara fuerzas.

Si, MinHo lo tenía prácticamente encerrado, pero era por su bien, de otra manera, llegaría el momento en que Taemin fuera incluso más débil que un humano, y cualquier sombra de demonio podría asesinarlo sin esfuerzo.

Al principio, Taemin había peleado bastante, sin embargo, incluso si no estuviera debilitado, él no suponía ningún problema para MinHo, quien era mucho más fuerte. Pero después de haber luchado contra el mayor un día entero, Taemin finalmente se rindió.

No le ayudaba en lo absoluto que hubiera tenido que hablarle de aquella manera a Kai por teléfono.

Al rubio le hubiera gustado simplemente escuchar a Kai como siempre y regañarle por ser tan débil para luego consolarlo, pero Taemin no estaba allí en ese momento, y no sabía por cuanto tiempo MinHo le obligaría a quedarse en el infierno, y aunque a Taemin no le gustara, el único que podía protegerlo mientras él no se encontraba al lado de Kai, era KyungSoo, por lo que el moreno debía desprenderse de Taemin, al menos mientras Taemin no estuviera en la tierra mortal.

Por supuesto, KyungSoo sabía dónde estaba Taemin, ya que éste le había llamado para ordenarle que se encargara de Kai mientras él no estuviera, y KyungSoo se había reído de él por dejarse secuestrar, antes de colgar la llamada.

En la noche después de que KyungSoo fuera a la clínica veterinaria, el demonio decidió ir directamente a casa de Kai en lugar de parar en la suya primero y como sabía que el moreno le ignoraría como antes, decidió ignorar la entrada y en su lugar, subió hasta la ventana de la habitación de Kai y entró con la canasta de perritos y las bolsas de cosas para su cuidado. Sabía que cuando Kai entrara a la habitación y lo encontrara, preguntaría como rayos había podido subir con todo eso, pero KyungSoo decidió ignorar aquello y simplemente se quitó los zapatos y se acomodó en la cama del moreno, esperando a que este apareciera.

Diez minutos después, un Kai recién salido de la ducha hizo acto de presencia en la habitación, y estuvo a punto de gritar, en un tono no muy masculino, cuando encendió la luz y se encontró con sus invitados.

-Que...como mierda subiste aquí?!

-Magia-Se burló KyungSoo y le señaló la canasta-Te traje un regalo...-Con el ceño fruncido, Kai se agachó a mirar la canasta, esperaba encontrar cualquier cosa, menos tres perritos recién nacidos durmiendo enconaditos

-Que es...?

-Son tus hijos, hazte responsable de ellos~

-De donde sacaste estos perritos?

-Son los que rescatamos...-KyungSoo se preparó mentalmente para el berrinche por haber mentido, pero entonces su cerebro volvió a trabajar de manera adecuada y se le ocurrió la perfecta mentira-Te mentí por que no parecía que sobrevivirían, pero cuando los llevé a su control hoy, el veterinario dijo que estaban bien-Sonrió 'inocente'

Kai le miró mal, parecía a punto de explotar en cualquier momento, sin embargo, uno de los perritos despertó y se empezó a quejar, a lo que KyungSoo le aviso que Lay había dicho que debían tomar un poco de leche más o menos a esa hora, por lo que Kai ignoró al demonio y se dedicó a alimentar a los peritos con cuidado, mientras sonreía con ternura y les susurraba palabras bonitas, como si se trataran de bebés humanos.

KyungSoo se mantuvo aburrido por al menos 3 horas, antes de que los perritos se durmieran de nuevo y Kai decidiera prestarle atención.

Probablemente por eso, KyungSoo ya no tenía la suficiente paciencia para jugar y por el contrario, fue directo a lo que quería, empujando al moreno sobre la cama y acomodándose entre las piernas de éste mientras lo besaba salvajemente.

El moreno se quejó en sorpresa, pero finalmente participó con gusto también, y KyungSoo sentía que aquello no era suficiente, por lo que se dedicó a morder con saña el cuello y los labios de Kai, sintiendo el suave aroma del dolor mezclado con el de la lujuria.

KyungSoo de nuevo se descontroló, luchando más por aumentar ese suave aroma que por disfrutar realmente del sexo.

Tiró de mala manera toda la ropa de ambos y antes de que Kai pudiera darse cuenta y detenerlo, el demonio ya estaba presionando su pene en la entrada contraria.

-Detente...mierda, duele-Se quejó

-No eres una princesa-Gruñó KyungSoo sin detenerse hasta que finalmente estuvo por completo dentro del moreno

-Maldito bruto-Gimió Kai y KyungSoo sonrió ladinamente, ahora si manteniéndose quieto hasta que el otro se acostumbrara y le suplicara que se moviera, por que KyungSoo ya ni siquiera estaba pensando en el sexo realmente, sino que en su lugar, él estaba disfrutando más de la sensación de hacer sufrir a Kai al mismo tiempo que el placer lo inundaba

El aroma del dolor era suave, mientras que el de la lujuria era fuerte, y ambas mezcladas eran como una verdadera droga para el demonio, quien no se movió hasta después de sentirse satisfecho con las suplicas del moreno, quien se deshacía en gemidos debajo de él, arrugando la frente por la fricción seca en su interior y con la boca abierta dejando salir fuertes gemidos por el profundo placer que le provocaba cada vez que KyungSoo acertaba aquel punto sensible en su interior.

Ambos se corrieron al mismo tiempo, y Kai cayó rendido prácticamente al instante, dando vía libre a KyungSoo para que decidiera quedarse o irse.

Y esa noche, KyungSoo no se acomodó a su lado ni lo abrazó para dormir, sino que simplemente se vistió y se fue por el mismo lugar por el que entró, y cuando Kai despertó en la mañana y no lo encontró a su lado, aunque le molestó, no le dio la suficiente importancia.

Kai no se dio cuenta de que ese era simplemente el inicio de una rutina, no se dio cuenta de que lo mismo que sintió esa mañana al despertar solo y adolorido, simplemente iría en aumento.

Día tras día.

Fallen[SooKai/2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora