CAPÍTULO RECUERDOS

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Los cuatro exploradores habían llegado al imperio Dragón, sin parar de correr hasta llegar al castillo del emperador.

—¿Aún no llegan los soldados de nuestros aliados? —. Preguntó Erick. Sentado en su trono.

—No señor, llegarán en ocho meses —. Respondió su consejero.

Derrepente los cuatro exploradores entraron a la sala, azotando las puerta, corrieron hasta llegar a unos 5 metros del emperador y se arrodillaron.

—¡Emperador, tenemos información! —. Gritaron. Mientras les sangraba la nariz.

—¡¿Que sucedió?! —. Preguntó Erick algo exaltado.

—Su ejército comenzó a moverse, intentamos averiguar a dónde se dirigían cuándo nos descubrieron —. Respondió un explorador.

—¡¿Quien es?! —. Preguntó Erick desconcertado.

—¡¡No lo sabemos!! Mató a uno de nuestros compañeros, al parecer absorbía su vida y poder con las palmas de sus manos convirtiéndolo en ¡piedra! —

—Dijo que nos preparemos por qué arrasaría con ¡todo! —. Contestó el explorador. Con una expresión que a leguas tenía un terrible miedo.

Al escuchar a sus exploradores, Erick se levanto de su trono. Parecía saber algo que lo inquietaba.

—¡Lleven la información a Dario! ¡Ya! —. Grito Erick.

—¡Si señor! —. Dijeron los exploradores. Levantándose y dándose media vuelta para dirigirse al imperio Heroriano.

—Espero que no sean ellos... —. Pensaba Erick. Sentándose en su trono.

Dos días después. Desdé lejos en las murallas Herorianas un soldado avisto a cuatro exploradores, uno levantó una mano señalando de que se trataba de algo de suma importancia. Después de haber cruzado las murallas, se dirigieron hacía el castillo dónde se encontraba Dario junto Alet, entraron bruscamente hasta encontrar al comandante en jefe.

—Comandante, tenemos información ha cerca del hombre que dirige el enemigo —. Dijo el explorador entregándole un sobre a Dario.

Dario abrió el sobre y leyó la información, cuando término tuvo la misma expresión de los exploradores al ver aquél hombre.

—Gracias pueden retirarse —. Dijo Dario.

Dario se dio la vuelta y camino hacía la biblioteca, mientras Alet lo seguía.

—¿Padre? ¿Qué pasa? —. Preguntó Alet.

— No puedo creer que uno
sobrevivió —

—¿O cuántos siguen vivos? —. Murmuraba Dario, De qué hablas? —. Preguntó Alet.

Dario tomo el libro mas viejo y buco entre las páginas, cuándo encontró lo que buscaba la misma expresión volvió aparecer.

—No puedo creerlo... —

—Pero yo mismo encabece el ataqué para eliminarlos —. Respondió Dario, realmente preocupado y confundido.

—¿A quiénes? —. Preguntó Alet.

—Los Entferne Seelen... —. Respondió Dario con el rostro pálido.

—Entferne... —

—Nunca oí de ellos —Dijo Alet confundido.

—Por qué eres muy joven, hace veinte años durante la guerra un grupo de soldados enemigos se infiltraron, asesinaron a nuestro emperador Gladius y a toda su familia dejándonos sin  un heredero al imperio, a todos los convirtiéndolos en piedra —

EL DESTINO DE FARIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora