Farid salió de la habitación, vestido de manera formal.
— Te vez bien —. Dijo Esmeralda.
Ella lo guió hasta un gran comedor, donde se encontraban caballeros y comandantes del reino.
La reina se levantó de su asiento.
—Comandante Farid, muchas gracias por salvarnos —. Ella agachó la cabeza en muestra de agradecimiento.
—No es nada... —
—Yo debo agradecerle por el hospedaje —. Dijo Farid.
Esmeralda lo colocó a un lado de la reina y enfrente de ella.
El desayuno comenzó.
Farid se sentía incómodo, había muchos tenedores y cucharas.(cubiertos)
—¿Cuál debería tomar? —
—Nunca he comido así, normalmente solo las manos y solo una cuchara cuando se trata de sopa —. Pensaba Farid.
Zaira lo miraba.
—Tranquilo, esta es para sopa —. Zaira le señaló.
—Gracias —. Farid tomó la cuchara y antes de levantarla por completo, soltó la cuchara.
—¿Que ocurre? —. Preguntó él caballero al lado de Farid.
—Mi mano... —
De las vendas que cubrían su mano se llenaron de sangre. Para él el dolor era casi insoportable, su expresión lo demostraba.
Esmeralda se levantó de su asiento y se dirigió a Farid.
—Yo te ayudaré —. Dijo Esmeralda de manera dulce.
Afer entró al comedor.
—¡Lo siento, me quede dor!- —
—¡¿Que hace majestad?! —. Preguntó Afer molesto.
Farid lo ignoró y accedió a la ayuda de Esmeralda.
—Mi señora, ¿Como permite que esto? —. Preguntó Afer.
—No tiene nada de malo —. Dijo Zaira.
—Él salvo a nuestras monarcas y lo sabés muy bien, Afer. Respondió Declan.
—¡¿Que no se dan cuenta?! —
—¡Éste miserable puede ser un infiltrado de los Herorianos! —. Comentó Afer.
—Los Herorianos siempre han mantenido la paz, ellos no invaden o toman cualquier reino o imperio —. Argumento otro comandante.
—Es cierto, hace veinte años cuando término la guerra ayudó a todos los reinos e imperios que se vieron afectados —. Dijo Zaira con tranquilidad.
Afer señaló a Farid.
—¡Escucha muy bien Farid, si descubro que tramas algo te matare! —. Afer dio medía vuelta y salió del comedor.
—Disculpa, Afer es buena persona solo que no confía en los extranjeros —. Dijo Esmeralda.
—Tranquila mi princesa, no me ofendió —. Comentó Farid sonriendole.
Una vez terminado el desayuno, Farid se despidió, he intento avanzar con la silla de ruedas.
—Te ayudo —. Esmeralda tomo los mangos de la silla.
—¿Que hace? —. Preguntó Farid.
—Vamos a dar un paseó, seguro te aburres en la habitación —. Contestó Esmeralda.
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EL DESTINO DE FARID
RomanceEn la búsqueda de cumplir su sueño Farid conoce a Zaida e Izan quienes se convertirán en grandes amigos. Los tres logran entrar al ejército, sin embargó Farid tiene problemas para controlar su poder a pesar que es uno de los mas fuertes su cuerpo e...