Reencuentro 🖤

24 0 0
                                    

Farid tardaría varias horas en subir la gran montaña. Pasaría por caminos que él solo conocía.

Pronto el día pasó a ser nublado, el viento era frío.
Cada paso que él daba sentía un dolor profundo y un miedo atemorizante, las lágrimas en sus ojos estaban por caer.

Recuerdo de Farid

—Mamá yo seré un gran líder como mi papá —. Dijo él pequeño Farid con un escudo de madera en su brazo izquierdo.

Su mamá lo levantó y lo abrazo.

—¡Claro que lo serás, él gran Farid líder de los mach ardern! —. Dijo emocionada la madre del niño.

Hasan (padre de farid entró a la casa)

—Estoy en casa ¿Dónde está mi pequeño? —. Preguntó Hasan.

Farid corrió hacia su papá, Hasan lo levantó y lo abrazo.

—¡Papá, yo seré un gran líder como tú! —. Gritó Farid.

—Jaja y lo serás cuando tengas veinte dos años, tomaras mi escudo y serás el mejor líder —. Comentó Hasan, se acercó y abrazo a su esposa.

                   FIN del recuerdo.

Farid llegó a la entrada de su pueblo, no quería abrir sus ojos, movió ligeramente su cabeza a la derecha intentando no ver nada.

Las lágrimas bajaron por su rostro, abrió lentamente sus ojos... Su pueblo estaba totalmente destruido.

Algunas partes tenían rastros de incendio, otras partes totalmente destruidas, Farid comenzó a caminar lentamente, cada paso que daba eran tan doloroso, mantenía la mirada al frente... No quería ver nada.

A su alrededor veía cuentos de tumbas, pronto llegaría al final de una calle.

Observaria una tumba con un escudo encima.
Era la tumba de su padre.

Farid se arrodilló y tomó el escudo abrazándolo.

—¡¡Padre!! —. La lluvia comenzó a caer.

—¡¡Perdoname, debí estar contigo!! ¡¡Podríamos a verle ganado juntos!! —Gritó Farid de una forma desgarradora.

Farid veía recuerdos, mismos que Wyatt le mostró. Miró hacía el bosque, lugar donde Wyatt violo a Ainara.

—¡¡¡Maldito Wyatt!!! ¡¡Te mataré y desmiembrare!! —. Gritó Farid mirando hacía el cielo.

Farid se levantó y camino hasta el lugar donde un día fue su hogar, se quito la ropa que traía y busco un par de tijeras, se corto su barba y su cabello además busco entre el armario de su padre, tomo un saco negro y se lo puso junto a unos pantalones negros, camino hacía el armario de su madre, tomó dulcemente un bufanda roja, la acomodo en su cuello y salió de la casa.

Tomó el escudo de su padre y lo colocó en su brazo izquierdo, al momento de ponérselo todo el escudo se iluminó.

—Hola hijo mío, me imagino que ya haz cumplido los veinte dos años... Eres todo un hombre —. La voz proveniente del escudo era de su padre.

EL DESTINO DE FARIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora