CAPÍTULO SÓLO EL INICIÓ II

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Por todo el pueblo hombres y mujeres eran asesinados, lanzados a estrellase en todas partes.

—¡Es demasiado fuerte! —

—¿Líder que hacemos?! —. Preguntó una mujer.

Hasan sólo veía como su gente era brutalmente asesinada.

—¡¡Líder!! —. Gritó un soldado.

Hasan reaccionó.

—¡Todos hagan una esfera de energía, deténganlo! —.Contestó Hasan.

Alrededor de trecientos soldados junto a mujeres y hombres obedecieron al líder.
Encerraron a Wyatt en una esfera pequeña, cubierta por otra más grande que la otra.

Hasan se postró en el suelo.

—Padre y mis ancestros, esperó que esto funcioné —. Pensó Hasan, alrededor de él se formó un círculo color blanco, de su cuerpo comenzaban a surgir letras en otro idioma desconocido, causándole gran dolor.

En las esfera, Wyatt comenzaba expandir más energía de sus manos dañando la esfera mas pequeña.

—¡Esperen un poco mas! —. Gritó Hasan.

—Son fuertes pero... —

—¡No lo suficiente! —. Pensó Wyatt expulsando aún más energía.

La esfera mas pequeña se rompió.

—¡Si esto continúa así nos matará! —

—¡líder! —. Gritó un hombre desesperadamente.

Una mujer que extendía sus manos para retener comenzaba a temblar del cansancio.

—Perdoneme mi líder, ya no aguantó más... —. La mujer calló al suelo.

—¡¡Moriremos!! ¡Necesitamos a una persona más fuerte! —. Dijo un joven.

—¡No, necesitó más tiempo! —.Pensaba Hasan muy angustiado.

Cada vez la esfera sufría mas daños.

—Tranquilo cariño —. Dijo una mujer de cabello negro, extendió sus manos para ayudar a los demás con el sujeto dentro de la esfera.

—¿Amira?, ¿pero que hacés aquí? —. Preguntó Hasan aún postrado en el suelo.

Amira le sonrió.

—Vine apoyar a mí marido, además soy la tercera más fuerte aquí —. Contestó Amira.

—¡No, por favor veté con Ainara! —. Comentó Hasan.

—Ya la he ayudado, además es mi deber como sobera- —. Amira  fue interrumpida por un estruendo dentro de la esfera.

La ultima esfera estaba por romperse.

—Aún te falta... —

—¿No es así? —

—Cuando salga todos nosotros lo atacáremos, te daremos el tiempo necesario —. Comentó Amira.

Hasan la miró a los ojos, Amira sabía las pocas probabilidades de sobrevivir.

—¡Esto se acaba aquí! —. Wyatt salió de la esfera.

Amira y los demás corrieron hacía él carmesí, Wyatt sonrió extendió sus puños hacia sus lados.

—¡¡Mueran!! —. Gritó Wyatt, de sus puños lanzó un pulso electromagnético afectado los corazones de sus atacantes.

Todos se detuvieron, mirando sus manos, poco a poco caían al suelo convertidos en piedra.
Amira miró a Hasan, ella cayó delante de él.

EL DESTINO DE FARIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora