CAPÍTULO ARREBATAMIENTO

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—¿Qué ocurre Iker? —. Preguntó Wyatt.

— En éstos cuatro meses he reunido a treinta y cinco mil hombres —. Respondió Iker.

—Es verdad faltan ocho meses para la guerra... —. Dijo Wyatt.

—Creo que con estos serían suficientes, aprovecháremos los meses que faltan para organizar el ataque. — Comentó Iker.

— Quiero estar en la primera línea —. Dijo Wyatt.

Iker se sorprendió.

—¿Por qué? —. Preguntó Iker.

—Seguro que Dario estará en la primera línea, quiero acabar con él —

—Es verdad, ¿Iker conoces algo a cerca de unos individuos conocidos cómo Macht ärdern? —.  Preguntó Wyatt.

—Mm según la historia eran la raza más poderosa de todos los tiempos, ellos derrotaron al imperio mas grande de la historia, aunque se extinguieron hace unos dos milenios —. Contestó Iker.

—¿Puede ser posible qué queden algunos? —. Preguntó Wyatt.

—No lo creó... Espera ahora que recuerdo aquél joven tenía un poder similar —. Contestó Iker algo confundido.

—¿Su cuerpo emanaba llamas azules con puntos blancos alrededor de los brazos? —. Preguntó Wyatt.

Iker asintió.

—¿Donde se encuentran? —. Preguntó Wyatt.

—En las montañas norte, su pueblo debe estar entre ésas montañas, aún que Dario dijo que no pasaba de siete mil pobladores —. Respondió Iker.

Wyatt sonrió de una manera escalofriante y soltó una risa que dejo paralizados de temor a Iker y Ila.

—¡¡Por fin!! ¡Espero que sean ustedes! —. Pensó Wyatt.

Después de aquélla conversación el día paso a la noche. Wyatt se dirigida a su habitación, cerro la puerta y se quito la capucha y la bufanda que cubría la mitad de su rostro.
Se acostó, cerró los ojos hasta pasar un buen rato se quedó dormido.

—¡Papá, papá! —. Gritaba él pequeño Wyatt.

Mientras su madre lo cargaba y corría hacía la salida de la ciudad.
Wyatt vio a su padre y a otros combatir con los tipos de las llamas en sus cuerpos.

—¡No se rindan! ¡Luchen por sus familias! —. Gritó Even.

De repente llegó  un joven con las mismas llamas azules sin en cambio éste traía un escudo, parecía tener una espada que sobresalía del mismo escudo. Cada vez eran menos Entferne Seelen hasta que unos minutos sólo quedaba... Even quién fue atravesado por aquél tipo del escudo.

—¡Papá! —. Gritó Wyatt.

Aurora se detuvo al ver que las  salidas entraban soldados Herorianos acabando con todos los sobrevivientes, la madre y su pequeño  se escondieron bajo unas cajas de fruta, esperarían el momento indicado para huir.
Todos los soldados se reunieron en el centro de la ciudad.

—¡Busquen a todos lo que quedan y matenlos! —. Grito él joven comandante que los dirigía.

Todos los soldados Herorianos comenzaron a buscar por todas partes.

—¿Qué esperan Macht ärdern? —. Preguntó él joven comandante.

—¡No venimos a matar niños ni mujeres! —. Gritó molesto él joven del escudo.

—¡¿Qué!? ¿A casó no sabes lo que le han hecho a nuestro imperio? —. Preguntó él joven comandante.

—Sí lo sé, pero no significa que matemos a inocentes —. Contestó el joven del escudo.

EL DESTINO DE FARIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora