CAPÍTULO. BESO

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-¡Bien, hoy lo haré a partir de a hora no hay vuelta atrás! -. Izan salió de su casa muy emocionado.

Él camino por las calles del imperio parecía que nadie le podía quitar la sonrisa de su rostro.

-¿Que compraré para que me diga que sí?-
-¿Flores? ¿Un vestido? -.

-No, ya sé, un collar que seguro le gustará -.pensaba Izan entrando a una gran joyería.

Una vez que compró el hermoso collar salió de la joyería, caminaba por las calles del imperio.

-¿Y ahora como podré decirle?... Cora yo te amo... -

-¿ Y si me rechaza? -. Se preguntaba Izan. Caminaba con su mirada perdida.

-¿Izan que hacés por aquí? -. Preguntó Zaida.

-Zaida, recuerda nuestra conversación que tuvimos hacer a de Farid... -. Respondió Izan.

-Si la recuerdo, fuiste muy grosero -. Comentó Zaida.

-Seré sincero contigo, amo a Cora.
Farid ya no regresará y quiero que Cora sea feliz conmigo-. Dijo Izan.

Zaida suspiro.

-Entonces ve por ella, pero ten en cuenta que su corazón siempre le pertenecerá a Farid -. Argumento Zaida.

-Lo sé -. Dijo Izan.

Zaida le dio un pequeño golpe en la espalda de Izan.

-¡Que esperas, ve por ella!

Seguro estará en el cuartel general -. Zaida empujó a Izan.

-¡si gracias! -. Dijo Izan abrazándola para después soltarla e ir en busca de Cora.

Zaida miró hacia el cielo.
Sus ojos azules se reflejaron contra el atardecer.

-Creo que yo también debería buscar a alguien, Farid si hubieras esperado un poco más.

Te hubiera dicho que te amaba -.

Mientras tanto en el cuartel general Cora se encontraba junto a otros comandantes.

-Hace unos días encontramos rastros enemigos al parecer de 35 000 soldados, pero no avanzaban hacía aquí -. Dijo un Comandante de un ejército aliado.

-¿Cree saber a dónde marchan? -.
Preguntó Cora.

-No planean rodearnos, creo que van hacía el reino de la reina Zaira -. Respondió él comandante.

-La reina permanece en paz no quiere una guerra -. Comentó el mismo comandante.

-Farid llevó aquella bomba en sus tierras -.

-El árbol sanador apareció poco después de que Farid muriera en aquél lugar -. Comentó Cora. Sus ojos se mostraron llorosos.

-Los soldados podrán ser heridos, deben llevarlos para sanarlos, aquél árbol sana todo tipo de heridas y enfermedades -. Dijo un comandante Heroriano.

-No irémos tras ellos, no lograríamos alcanzarlos -. Dijo Cora.

Después de una hora, Cora salió del cuartel. Izan se aproximó a ella.

-Cora quiero hacerte una oregunta-. Comentó Izan.

-una pregunta... ¿Cuál es? -. Cora estaba confundida.

-¿Podrías amar a otra persona que no sea Farid? -. Preguntó Izan.

-Ya sabes que me siento muy mal cuando tocas ese tema, ¿y que tiene que ver eso ahora? -. Cora miró a Izan.

EL DESTINO DE FARIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora