La Orden Roja

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Zaida estaba esperando en la entrada de su reino junto a cientos de sus mejores caballeros.

Zaida estaba esperando en la entrada de su reino junto a cientos de sus mejores caballeros

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— Mi reina, ellos están aquí —. Dijo Afer quien estaba a su lado.

Observaban a la lejanía un ejército de armaduras negras.

—Si... Ahora espero que ella se encuentre bien —. Decía Zaira apuntó de seder las lágrimas

Unos minutos más tarde un anciano de aspecto delgado y canoso salió entre los soldados.

Los Caballos de Zaira miraron al hombre caminar junto a un pequeño grupo de escoltas.

—No hagan nada que pueda enojar al rey, deben inclinarse ante él, si queremos que todo salga bien —. Comentó Zaira a sus hombres quienes a pesar de llevar cascos puestos la miraron extrañados.

—¡¿Por qué mi reina?! ¡Ese anciano no es nuestro rey! —. Alzó la voz Afer.

— ¡Solo háganlo, si se larga de aquí, éste reino llegará a su fin! —. Gritó Zaira enfadada.

Él anciano por fin estaba de frente a Zaira.

—¿Cuánto tiempo reina Zaira? —

—Veo que haz cambiado mucho desde la última vez que nos vimos —. Dijo Él rey Tibur.

Los caballeros de Zaida inclinaron su cabeza ante él. Solo Afer no lo hizo.

—¿Porqué no te inclinas? —. Preguntó Tibur mirándolo de mala gana.

—Soy un miembro de la nobleza, no tengo que hacerlo —. Respondió Afer.

—Eso me importa una mierda... ¡Inclinate! –. Gritó Tibur.

Zaira miró Afer, sus ojos le rogaban que se inclinara.

Afer se quito el casco y se inclino de rodillas.

—Mucho mejor, ahora Zaira —

—¿Dónde está mi prometida? —. Preguntó Tibur.

Zaira sonrió forzadamente.

—Ella lo espera en mi castillo —. Respondió Zaira.

—Excelente, solo espero que no sea una ramera como lo fue mi última esposa —. Dijo riéndose.

Varios caballeros tomaron el mango de su espada pero la reina bajó la mano los miró y ordenó no hacer nada.

Mientras tanto en el castillo, Esmeralda caminaba de lado a lado.

—¿Cómo será él? —

—¿Será bueno o malo? —

—¡No quiero que toqué mi cuerpo! —. Decía Esmeralda tocando su sueve piel blanca.

Más tarde él rey llegaría al castillo y sería recibido por sirvientes, todos se inclinaron.

—Bonito lugar, aún le faltan varias cosas... Le haré un arreglo cuándo sea mi castillo —. Decía burlándose.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2020 ⏰

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